Humildad, trabajo, compromiso y talento, mucho talento. El Atlético 2.0 del Cholo Simeone, que pisará el próximo domingo el césped del Estadio de Gran Canaria como líder provisional del campeonato, ha añadido a los sólidos valores que le han convertido en la definición perfecta de equipo, las pinceladas mágicas de hombres como Carrasco, Correa o Vietto, que acompañados de un agigantado Antoine Griezzman, da innumerables alternativas en ataque para auparse a un favoritismo del que el técnico colchonero siempre huye.
Los rojiblancos estrenan segunda vuelta con 44 puntos en su casillero, habiendo perdido únicamente tres partidos (Barcelona, Villarreal y el bien engrasado Málaga de Javi Gracia) y empatado dos (Real Madrid y Deportivo). ¿El resto? Un reguero de catorce victorias (la mitad de ellas por la mínima) y un dato demoledor: Jan Oblak únicamente ha encajado 8 goles en lo que va de campeonato (ningún otro conjunto se acerca siquiera a tal cifra).
Oblak únicamente ha recogido el esférico de sus mallas en 8 ocasiones en el campeonato liguero.
Por otro lado, sorprende la asombrosa rentabilidad en forma de puntos que obtiene de sus goles. El equipo del Manzanares ha anotado poco más de la mitad de tantos que el Real Madrid (27 vs 52) y una cifra similar a la de equipos bastante peor posicionados como Deportivo, Athletic, Sevilla o Eibar.
Por tanto, si lleváramos a este Atlético al plano del boxeo, estaríamos ante un púgil astuto, rocoso, con un formidable juego de pies que le hace casi infranqueable, consciente de sus limitaciones y que aprovecha sus ocasiones para asestar golpes demoledores. Además, incorpora con cada combate más fintas y velocidad a su repertorio.
Precisamente por ello, porque sabe que tiene materia prima, el siempre exigente Cholo Simeone quiere más de los suyos. Quiere más constancia en el juego, quiere más llegada y, sobre todo, más gol (especialmente de hombres como Jackson, Torres o Vietto, que apenas suman 5 tantos entre todos).
El francés Antoine Griezzman ha anotado 10 de los 27 tantos de su equipo en Liga.
Por ello, consideramos que, más allá de preocuparse por el juego atlético (en realidad, el conjunto colchonero no se ha caracterizado durante el transcurso de la temporada por desarrollar un fútbol brillante y abrumador; más bien eficaz) y mostrarle un respeto excesivo (respeto que, por otra parte, se tiene bien merecido), Quique Setién tendría que centrar sus esfuerzos en cómo abrir la lata rojiblanca para hacer daño a un Oblak cuyas llaves custodia cual Cerbero de dos cabezas, la dupla uruguaya Godín y Jiménez.
A la habitual fluidez con la que gestiona el esférico el equipo amarillo hay que añadir velocidad y verticalidad en grandes dosis. El dominio de las áreas será fundamental, ya que es conocido por cualquier futbolero el excelso juego aéreo con el que el Atlético fiscaliza el cielo de cualquier estadio.
Una de las principales preocupaciones de Setién será neutralizar el juego aéreo del Atlético de Madrid.
Definitivamente, éste es un partido para valientes. Un encuentro para que Araujo destape el tarro de las esencias y anote un gol en media ocasión. 90 minutos para que Viera haga trizas la cintura de Juanfran. Para que Aythami reclame parte de ese Arguineguín que pertenece casi en exclusiva a Valerón y Silva. Para que hombres como Roque y Vicente inscriban su nombre con letras de oro en una historia amarilla repleta de hazañas que nos contaban nuestros padres o abuelos y que queremos sentir como propias. Un partido para que el aficionado lo deje todo por la Unión Deportiva Las Palmas.