No me avergüenza reconocer que era de los escépticos ante el fichaje de Juan Carlos Valerón por la UD Las Palmas. No me agradaba su regreso, aún perduraba mi enfado con él por su espantada dirección Mallorca, sus declaraciones planas y estándar faltas de cariño cuando se le preguntaba por la UD Las Palmas en todos estos años tampoco ayudaban.
En las últimas semanas se ha ido forjando un nuevo movimiento alrededor de su figura, y la posibilidad de su vuelta, llamado #palanquismo y obra, como no, de @era_un_crass. Me negaba adherirme a dicho movimiento, por las razones ya esgrimidas, por las dudas que me genera la vuelta de los hijos pródigos a la casa amarilla (las anteriores experiencias no son muy halagüeñas) y, por qué no decirlo, por mis dudas sobre las posibilidades para encajar en el sistema de Sergio Lobera. Eso sí, jamás puse en duda su su profesionalidad, tampoco su calidad como futbolista y mucho menos su honestidad como persona.
Sergio Lobera es un entrenador inteligente, y como tal, sabrá encontrar acomodo a Valerón en sus esquemas, aunque para ello tenga que variar su plan maestro de gran parte de la temporada pasada. Y es que la presencia del "Palanca" sobre el césped condiciona, para bien y para mal, el juego del equipo. Aunque colocando en una balanza los pros y contras tiene mucho más peso las ventajas que sus contrarias.
Los argumentos que encontraba como pétreos e insalvables fueron derrumbados, hecho añicos en poco más de 30 minutos de rueda de prensa. Con la sencillez de siempre, la naturalidad innata y la sinceridad que desprende que abruma a quien le escucha, Valerón conquistó la plaza de mi escepticismo. No enarbolo de momento la bandera del #palanquismo, aunque sí creo que si se le da un uso inteligente puede llegar a ser pieza capital en los éxitos de la próxima temporada.
¡¡ Bienvenido Valerón, bienvenido Palanca !!
