9 de diciembre de 2012

Post partido UDLP vs Huesca



No nos creerán si les reconocemos que en días como hoy cuesta redactar un análisis de lo acontecido ayer en el Estadio de Gran Canaria. Como aficionados a la UDLP que somos también nos sentimos atrapados por esa ilusión, por esa corriente de energía positiva amarilla que desprende este equipo, y esa sensación de embriaguez que provocan las victorias con significado tras deambular durante tantos y tantos años por tierra de nadie cerca del desfiladero que precipita al infierno.

Y ya decía Jorge Valdano que "el fútbol es un estado de ánimo", y el estado de ánimo que rodea a la UD Las Palmas es, a día de hoy, un estado de completa felicidad. Completa felicidad lograda en pequeñas victorias que pueden desembocar en algo más grande. Aunque hasta el aficionado más optimista de la UD sigue con los pies en el suelo aunque crea que, si se estirase un poquito más, llegaría a tocar el cielo. 

Y en eso estamos, disfrutando del momento, saboreándolo pero con la certeza de que todavía no se ha logrado nada. Nada tangible ni material, pero sí se ha logrado recuperar la confianza, señas de identidad, viejas sensaciones que ya nos parecían ajenas, tales como la costumbre a la victoria y a los puestos altos de la clasificación. Se recuperan olvidados hábitos que, como un traje viejo que llevabas tiempo sin usar, al principio te notas extraño pero al poco te reconoces ante el espejo con él puesto.




El equipo jugó ayer un partido de los que exige la categoría: de mono de trabajo. Pero eso no significa que se renuncie a la estética, ¿O acaso en los garajes de Ferrari no se ensucian para lograr los coches más bellos y míticos del planeta? Los grandes entrenadores, hablemos de Pep Guardiola por ejemplo, ante una exhibición de su equipo, siempre destacaba la cuota de sacrificio, trabajo y compromiso de sus jugadores. Y no es malo recordar que los diamantes serán esculpidos por los más finos orfebres, pero son rescatados de las entrañas de la tierra por las manos de los mineros. Y justo eso destacó ayer el técnico Sergio Lobera: la capacidad de sacrificio y compromiso de sus jugadores.




Destacaba el técnico amarillo en la previa que el equipo estaba en su mejor momento (la racha de  11 partidos sin conocer la derrota así lo demuestra), pero eso no significa que tenga margen de mejora, cosa que aumenta la confianza aún más en esta plantilla. Plantilla que, reconozcámoslo, tiene carencias por todos reconocidas como un mediocentro de creación y un par de laterales con más profundidad. Ante esta situación el compromiso de jugadores como Dani Castellano (reconvertido en un solvente lateral izquierdo) o un, ayer, imperial Nauzet Alemán al que su criterio y calidad técnica le facilita su reconversión a mediocentro, demuestran objetivamente el nivel de trabajo de este equipo. Destacar la actitud de Chrisantus, fichaje que arribó al club con la vitola de ser el delantero centro titular y goleador del club, y que está asumiendo su suplencia con abnegación y cuando dispone de sus 30 minutos en cada 2ª parte las aprovecha al máximo: 5 goles y mucho trabajo oscuro en el desgaste de la defensa rival.

Citábamos anteriormente que hay margen de mejora, por lo tanto hay errores que corregir. Ciertos desajustes defensivos, ayer Deivid falló al tirar el fuera de juego en un saque de falta lateral que casi provoca un gol visitante. Cierta precipitación en las rápidas transiciones defensa ataque que desaprovechan balones al dar pases erróneos (aquí se nota y mucho la baja de David Glez). Y la ya tan comentada falta de eficiencia arriba de cara al gol; normalmente necesitamos de muchas ocasiones para marcar goles.

Otras deficiencias y disfunciones se han mejorado y/o corregido. El equipo es más sólido atrás, y es capaz de crear un entramado defensivo que bloquea la salida de pelota del rival con una presión, en ocasiones, asfixiante. Y actitudes individuales han mejorado, como la del propio Thievy, más generoso y asociativo con sus compañeros. Aunque, como delantero que es, peca en ocasiones de individualismo.

El Jueves a las 21:00 horas el equipo tiene una oportunidad tremenda para dar un salto de calidad si se vence al Betis. No hay obligación a ello, es un club de 1ª división de la zona alta de la clasificación. Pero precisamente el gusto del equipo de Pepe Mel de jugar y dejar jugar, es lo que propicia a los pupilos de Sergio Lobera la oportunidad de lograr la victoria. Desde una defensa que tiene que funcionar como un reloj, totalmente sincronizada y acompasada, a un ataque que por calidad y desborde puede poner en apuros a la zaga bética. 

Las  colas que se generaron en taquillas a la salida del encuentro ante el Huesca para comprar las entradas para el partido del Jueves dan muestra de la confianza que se tiene en las posibilidades del equipo. Ganar al Betis el jueves, y no decimos ya, pasar de ronda, sería un auténtico espaldarazo para el club, a nivel deportivo y económico.

De momento, disfrutemos todos de este domingo, que nos parecería tan extraño y ajeno hasta no hace mucho pero que históricamente nos es tan familiar.

Arriba D´ellos !! 









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