Hattrick de victorias
con sabor agridulce. Tras
77 minutos de buen fútbol ante un permisivo conjunto azulgrana, el equipo de
Herrera se relajó en demasía hasta acabar pidiendo la hora para poder llevarse
los tres puntos por tercera jornada consecutiva. Cosa que sólo había ocurrido una vez, a comienzos de temporada cuando se ganó a Lugo, Racing y Alcorcón.
Ayer la Unión Deportiva sintetizó en 90 minutos la bipolaridad que ha adolecido
durante toda la segunda vuelta. En el primer tiempo Viera demostró que sigue
recuperando sensaciones a pasos agigantados, haciendo lo que quiso ante un
filial culé que no apretaba tanto como otros rivales, dejando espacios que fueron aprovechados
a la perfección por la dupla Araújo-Jony. Sin embargo, cuando la exhibición
había llegado a su culmen y los protagonistas salían del campo, merecida ovación mediante, los
amarillos se echaron una incomprensible siesta que certifica que queda mucho
trabajo por hacer de aquí a los play off, sobre todo en materia defensiva.
Un tridente ofensivo más compensado. Ya comentábamos hace unos meses, que
para conseguir esa ansiada mezcla entre equilibrio y verticalidad, era
aconsejable compensar las dos líneas de tres, puesto que la del medio solía
carecer de creatividad y la de arriba de fuelle. Ayer una de las claves de la
atractiva hora y cuarto que brindó el equipo fue que el tridente ofensivo aglutinaba todo lo que debe tener una delantera de garantías. La magia de
Viera, la pegada de Araújo y el trabajo que siempre aporta un incombustible Asdrúbal.
La titularidad del de Guanarteme estaba cantada, y volvió a no desaprovechar su
oportunidad ante unos filiales que desde benjamines les enseñan a sacar el balón
jugad. Por tanto, se podía atisbar la idoneidad de un futbolista pegajoso y pejiguera como el nueve amarillo, el cual provoca que la presión sea más intensa y comience algo más arriba de lo habitual.
Tras el cuarto nos
hicieron un ocho. Fue
justo después del gol de Asdrúbal, cuando el desconcierto y la rapidez de Adama empezó a causar
estragos en la zaga amarilla. Ya durante el primer tiempo (tras la maravillosa asistencia de Jonathan al Chino) se dio el primer despiste defensivo, desaprovechado gracias a Aythami y a la candidez de Dongou.
Es la tónica de buena parte de la temporada, al marcar parece que la relajación
sucumbe a los amarillos. Aunque ayer esto no se plasmó en el resultado hasta el minuto
77. Poco más hay que decir de una caraja tan fehaciente, sólo añadir la incapacidad de jugar tan siquiera diez minutos con el piloto automático. Desde
que dejamos de apretar intensamente, cedemos mucho espacio y nos volvemos
demasiado vulnerable. Esa es la gran asignatura pendiente para la promoción.
Puesto que la falta de creatividad en tres cuartos ha sido olvidada gracias a un cada vez más
inspirado Jonathan Viera y al hecho de colocar siempre en la sala de máquina a
una pieza de manifiesta vocación ofensiva. Que sea Vicente (muy batallador como
siempre), Roque (desafortunado conduciendo en exceso) o Valerón, ya es menester
de su técnico, pero ha quedado demostrado que uno de ellos es siempre necesario como nexo de unión para surtir al de la Feria.
La seguridad de Raúl. Es un tópico el hecho de que no es
fácil estar tiempo sin jugar y volver,rindiendo mejor
que cuando te fuiste, pero no deja de ser cierto, y más en su posición. También es verdad que los rivales no
han sido de gran entidad, y habrá que verlo frente a delanteros más exigentes
como Borja Bastón. Como sucederá el próximo fin de semana en la Romareda ante
un Real Zaragoza que nos puede hacer un gran favor hoy rascando algún punto en
Zorrilla. Ese es nuestro objetivo más inmediato, despegarnos del
Valladolid.
Un cuarto de hora no debe
tapar la tendencia. Los
nefastos quince últimos minutos de ayer, no deben hacer olvidar lo difícil
y necesario que era volver a la senda de las victorias para asegurarse el mejor
puesto posible en la pole de los play off. Aunque, si esta tarde ocurre ese
milagro que tanto ha mentado Herrera, la calculadora de los más optimistas volverá a echar humo.
P.D: Se buscan voluntarios para explicar a un servidor los seis minutos de descuento que el colegiado añadió ayer. Absténgase
todo el que no recuerde los escasos dos minutos que pusieron ante el
Valladolid.