7 de febrero de 2014

EDITORIAL || Mucho ruido y pocas nueces.



Buenas noches y sean bienvenidos una noche más al Sálvame DelUDxe queridos espectadores. Péguense a las redes sociales y rebusquen entre los despojos de los diferentes medios, no contrasten informaciones, afirmen con total seguridad, nieguen lo dicho, acéptenlo, busquen en la Wikipedia para confirmar, o pisoteen la dignidad de algunos profesionales si fuera necesario…. Y es que la primavera no ha llegado aún a Pío XII pero los devaneos e idilios amorosos de la familia amarilla llenan las primeras páginas de la prensa rosácea de las islas.  

Tenemos entre nosotros a todos los personajes de la farándula. En primer lugar destriparemos sin respeto al personaje de moda, alguien al que todos conocemos bien, Sergio Lobera. Juntos lucharemos por un mismo fin: que no quede ni atisbo de respeto al buen marido que contempla cómo su amada busca pretendientes en los tugurios de todo el panorama internacional. Por otra parte, el amante melenudo que se deja querer. Pero por supuesto no podemos dejar atrás al tridente de arpías más temido de todo Barranco Seco, y es que conocido es su amor por el critiqueo en las gradas de los estadios de segunda pero ¿Qué estarán planeando esta vez? ¿Y por qué? ¿Es que acaso ellos han hecho bien su trabajo?

Pero como todos desean afán de protagonismo a escena salió la novia despechada, esa a la que hace apenas una semana dejaron por otra y, como era de esperar no se cortó la lengua, y despotricó de ese al que todos consideraban como el marido ideal.

Pero si todo este cotilleo no satisface a los más noveleros, agárrense porque también incluiremos al padre defensor. Él nos contará cómo confía hasta la saciedad en la víctima odiada y cómo dejará que Roma decida tras el próximo partido. Luces de colores, música, pulgares arriba, pulgares abajo, la matanza y el espectáculo han comenzado y nadie quiere perderse un pedazo del pastel. Tonto el último.




La actualidad informativa de la UD Las Palmas en los últimos días ha girado de forma tormentosa alrededor de la figura de Sergio Lobera, protagonista involuntario de un episodio esperpéntico y surrealista a la vez. Desde las primeras informaciones que se hicieron eco en la tarde del martes hasta la tarde/noche de ayer se sucedieron una cascada de noticias que agitaron al representativo que cuestionaban la continuidad del técnico aragonés, para luego confirmar su confianza en él hasta el próximo encuentro, para posteriormente estar cesado virtualmente y nuevamente restituido cuando la terna de sustitutos se fue cayendo poco a poco.

Como en el mejor de los thrillers, en esta película no faltan conspiraciones, informes y documentos secretos, reuniones hasta altas horas de la madrugada, filtraciones y periodistas con afán informativo. Profesionales de la información que en un exceso de celo profesional quizás no supieron pausar el tempo informativo y propiciaron aún más la aceleración de los hechos. La UD Las Palmas, como entidad privada que es, está capacitada y es lícita de tomar las decisiones que considere oportunas para su propio beneficio, mas debería supervisar quienes manejan la información de tal calibre dentro de la institución pues, aquel que haya filtrado la información a la prensa, ha realizado un flaco favor al club.

Unos medios informativos que en base a sus fuentes dieron por veraz una filtración (que algunos contrastaron) con el afán de lograr ser los primeros en dar una noticia de peso pronosticada en anteriores ocasiones, y que como en esta ocasión, de momento se muestra como un augurio erróneo.  La fiebre de la exclusiva llegó incluso a algún medio de calado en las Islas a citar Wikipedia como una fuente más que confirmaba la contratación de Gorosito por la UD Las Palmas. Mismo medio que acompañó la portada de su edición digital a cinco columnas con una foto que recogía a parte de los implicados, consiguiendo así añadir un morbo más que innecesario.  

Decepcionante la actitud del Club que en ningún momento supo ni pudo parar la vorágine informativa que lo arrastraba y que sólo reaccionó con llamadas a diferentes redacciones para negar la información que había nacido desde su propio seno, pero en ningún momento hubo comunicado oficial en ninguno de sus medios de comunicación. Tardía reacción, el daño ya estaba hecho, la masa social convulsionaba en las redes sociales reaccionando atónita y sorprendida. 

Pasada la tormenta desde la UD se intenta dar una imagen de tranquilidad que resulta artificial e impostada, una unidad que se intenta reforzar con entrenamientos a puertas cerradas (uno más de los dos programados), para lejos de miradas indiscretas intentar recomponer un jarrón que difícilmente podrá simular las profundas grietas que lo han roto. A través de la Radio Oficial del club el presidente dio explicaciones y su particular visión 48 horas después del maremágnum. Explicaciones peregrinas en algún caso acompañadas de intentos de aleccionar a quien le escuchara que sólo podría convencer y tranquilizar a sus más fieles acólitos. Desde la prensa se señala al club como origen y término de una polémica de la que se consideran únicamente como informadores, exentos de cualquier culpa. Sin cuestionar la veracidad de la noticia, la cual ha sido confirmada por el propio Gorosito, el hecho de poseer una información no obliga a darle uso de manera inmediata. Y si bien, desde los principales periódicos se señala al club como único culpable, no está mal recordar una palabras de Joseph Pulitzer: “ Aquí no toleramos los errores, y cuando se producen no descansamos hasta corregirlos”. Algo a lo que se podría acoger perfectamente también la entidad amarilla. El malestar de la afición, tanto con el Club como con la prensa, debería de servirles como indicador de una necesaria reflexión.

Aunque desde el vestuario se intenta dar una imagen de unidad y normalidad, las declaraciones de Atouba, y David Glez a diferentes medios, demuestran algo normal en cualquier grupo humano, diferencias y malestar ante las decisiones de terceros. 
Desde Grada Curva Blog decidimos no entrar en el juego de las especulaciones, manteniéndonos al margen a la espera de una confirmación oficial para cubrir informativamente, pero sensiblemente molestos con todo lo que estaba aconteciendo. En nuestro seno hay loberistas y antiloberistas, hay escépticos y optimistas,  pero por encima de todos lo que hay son aficionados amarillos, y hechos como éstos despiertan en nosotros indignación y vergüenza ajena.

El calendario de la competición obliga a centrarse en lo deportivo y en menos de 24 horas hay un encuentro que se antoja vital para las aspiraciones de ascenso de la UD Las Palmas. Un examen final para un técnico que virtualmente ha estado cesado por un club incapaz de controlar las filtraciones a unos medios de prensa ansiosos por la primicia informativa. Y como testigo el aficionado que  decepcionado por un pobre rendimiento deportivo y molesto por la incapacidad de reacción, ahora le suma la indignación por los vaivenes informativos de su equipo.




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