12 de abril de 2013

Desde la Curva (#19): El Cid de Las Mesas

Durante la semana hemos revivido la leyenda de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, a colación de la entrada salvadora de Messi en el Barça vs PSG. Y si hay un jugador similar en la UD Las Palmas en ascendencia y capacidad de liderazgo dentro y fuera del campo ese es, sin duda, Nauzet Alemán. 

Su carácter, sumado a su experiencia, hace que aún fuera de su posición natural sea el primero en abnegarse, y ofrecer todo el fútbol que mana de sus botas. En una posición que exige un mayor desgaste, no cesa en darlo todo en la parcela central del campo: aprieta, encima y defiende como el que más, pero se ofrece para elaborar, crear y alumbrar las jugadas de ataque dando rienda suelta a su innato talento natural. Y si puede, finaliza como ante el Girona. 

Su baja era más que probable ante el Hércules por problemas físicos, hubiese sido una ausencia notable en un partido vital para las aspiraciones de la UD. Casi imposible de rellenar el vacío de liderazgo, el carácter ganador, el compromiso a unos colores, la fidelidad a un sentimiento que aporta Nauzet. Aunque Lobera pueda contar con recambios (más o menos fiables) en lo que respecta al juego, en la parcela anímica, moral y de intensidad que Alemán imprime al juego, se me antoja más que complicado suplir su ausencia.

Desde su regreso el canterano amarillo asumió con naturalidad y determinación su rol dentro del vestuario. Formado en la casa, con la experiencia acumulada en el Valladolid (jugar en 1ª división, descender a 2ª, volver a ascender a 1ª), no rehuyó de su responsabilidad: el sueño del ascenso también era su sueño. Para la memoria colectiva de la afición amarilla quedó su gesto en el partido en Huelva en un situación personal y familiar realmente complicada y confusa. Ese gesto terminó por vencer dentro de la caseta algún resquicio de duda sobre su liderazgo,  si lo llegó a haber. También acabó con el minoritario "run, run" del graderío que señalaba su retorno al Gran Canaria para dormitar entre laureles... ¡¡ qué equivocados estaban !!.


Él,  que mandó un obús a la escuadra de Anoeta  donde se forjó la leyenda de "Pum, Pum" Alemán. Él, que asistió a la testa de Marcos Márquez para sellar un ascenso. Él, que limpió de telarañas la escuadra de Iker Casillas en el Santiago Bernabéu. Él, sólo él, sería capaz de decir que el partido más importante de su vida era el de la semana pasada en el Toralín. 

Palabra de Nauzet Alemán, amén.











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