Hacía tiempo que no deseaba que llegara un lunes con tantas ganas, quizás cuando de pequeño (muy pequeño) al volver de las vacaciones de Verano quería que comenzaran las clases para volver a encontrarme con mis compañeros de escuela. Pero tras la derrota amarilla en Anduva, las victorias de Depor, Eibar y Tenerife supusieron un mazazo que costó digerir, y poca alegría me otorgó al cuerpo los tropiezos de Sporting y, sobretodo, Recreativo.
Siempre ha dicho Jorge Valdano, y es una de sus frases más reconocidas (aunque quizás no sea suya) que "el fútbol es un estado de ánimo". Una de las citas futboleras más ciertas de todas las que te pueden arrojar a la cara. La actualidad y los momentos en el fútbol son más efímeros que el cruce de miradas con la chica guapa por la calle. Hace tan sólo una semana, buena parte de la afición amarilla deseaba la victoria del Tenerife ante el Eibar para recortar puntos con éste último, ayer todos deseábamos la derrota de ambos, y lo que nos pareció beneficioso entonces, ahora nos resulta gravemente dañino. Así de relativo es todo cuando un balón se pone de por medio.
Pero ni hace una semana existían motivos para la euforia a pesar del buen momento, ni ahora hay motivos para la depresión. Ha sido un frenazo, un golpe de la realidad que nos debe fortalecer, nos tiene que servir para aprender y mejorar: las oportunidades no se desaprovechan. #4/21 es el objetivo, sólo cuatro puntos de diferencia cuando aún hay veintiuno en juego.
¿Quién se atreve a asegurar que es imposible lograrlo? ¿Quién osa?, ni cuando las matemáticas nos lo niegan. En esta 2ª División tan igualada y competitiva, no hay resultado asegurado ni rival inferior, ¿realmente creen que Deportivo, Eibar o Tenerife obtendrán todos los puntos? Posiblemente ni siquiera nosotros, pero ahí tenemos que estar, si ya logramos obtener cinco victorias consecutivas hace bastante poco, ¿por qué no otra vez?.
Y sea cual sea el resultado de esta carrera frenética hacia la línea de meta no olviden las palabras del Rudyard Kipling (Premio Nobel y autor, entre otras obras, de "El Libro de la Selva"):
"Al éxito y al fracaso, esos dos impostores, trátalos siempre con la misma indiferencia".
La UD está por encima de ambos, si sólo deseara el éxito y/o temiera fracasar, jamás habría sido de la UD Las Palmas.
#4/21
