20 de abril de 2014

CRÓNICA || CD MIRANDÉS - UD LAS PALMAS [2-1]


Anxo Carro, Ipurúa, Santo Domingo y Anduva. Todos ellos estadios de reducidas dimensiones y en ocasiones también el terreno de juego, caso que no ocurrió ayer a orilla del Ebro. De momento es un misterio el por qué la UD es incapaz de ganar en modestas plazas y sin embargo saca chapa de equipo puntero cuando visita estadios de más renombre como El Molinón o Riazor. Es en campos como Anduva, lugares en los que se forjan las leyendas del fútbol modesto, donde la UD muta a una versión horrenda de sí misma. Un equipo incapaz de manejar los tiempos del partido, carente de autoridad ante un equipo menor, inoperante en todas sus líneas, sus mejores argumentos futbolísticos desaparecen como por arte de magia pareciendo un equipo menor, plano, vacuo e insípido.  

La derrota ayer ante el equipo de Carlos Terrazas no sólo es un tropiezo en la recta de meta que ya se vislumbra, sino un golpe anímico y moral de cara a la confianza de un colectivo que venía dando lo mejor de sí desde hace dos meses a excepción, como no, de la visita a Santo Domingo. Un resultado que vuelve a alimentar de razones a quienes esgrimen que este equipo es aún inmaduro ante la exigencia, un conjunto que se acongoja cuando toca mantener el ritmo de cabeza, un equipo que evidencia síntomas de mal de altura y vértigo. 

Pablo Infante a saque de falta. Foto: ©Marca.com
Sergio Lobera planteó ayer un partido de pico y pala, asumió que habría que bajar al barro y dejó a la joya más lustrosa de su 2º proyecto de inicio en la banca. Anduva se quedó sin disfrutar de la magia de Valerón, aunque quizás tampoco lo hubiesen valorado en su justa medida. En la cuna del esfuerzo donde jugadores con pasado en la lucha grecorromana como Koikili se ganan el pan como lateral, quizás no hubiesen entendido eso del talento canario y la inspiración. Pocas son las voces que se han elevado reclamando la no presencia de "el Flaco" como la razón de la derrota, aunque sí que en los análisis previos al partido con la alineación confirmada se atisbaron ciertas decisiones del técnico amarillo que ya generaron debate: la presencia de David García en el lateral y  la presencia de Nauzet Alemán de titular fueron toda una sorpresa. En el caso del jugador de Las Mesas su titularidad fue todo un voto de confianza del técnico que ni de lejos el jugador amarillo fue capaz de corresponder, ofreciendo una vez más su pero versión donde resta más que suma al juego del equipo sobrepasado de revoluciones y protestón ante todas y cada una de las decisiones arbitrales. 

En el caso de David García ya se preveía que iba a sufrir con el juego vertical y por bandas del conjunto rojillo, y así fue. Llegado el descanso estaba exhausto por el esfuerzo, sobrepasado y cargado con una amarilla. Una vez más, por 3ª jornada consecutiva, Sergio Lobera tuvo que gastar un cambio para corregir un defecto del planteamiento titular dando entrada a Ángel López por el capitán. La UD llegó al descanso tras igualar el marcador poco después de encajar un gol clásico, prototípico del fútbol norteño que fue incapaz de preveer ni de defender. Una prolongación de Aranda para un Momo que llegaba como una exhalación al área sirvió para recomponer las tablas en el marcador en un partido que si bien la UD ganaba en la posesión jamás tuvo realmente bajo control. 

Momo dispara para igualar el marcador. Foto: ©LaProvincia.es
Ya en el descanso se señalaban los males con varios nombres propios, entre los que más destacaban era Masoud y Nauzet. También se apuntaba la necesidad de jugar al menos con dos puntas, el fútbol asociativo de Aranda es más con un compañero de línea a su lado. En el 2º periodo tras el gol de Pablo Infante, la UD terminó por sumirse en una depresión, incapaz de enhebrar fútbol, sin la intensidad necesaria se perdía en su propio galimatías y en la banca habían jugadores como Valerón, Tana o Héctor Figueroa que podrían ser la anestesia para los males que estaba sufriendo. Pero hasta el minuto  75 no dio entrada Sergio Lobera a los dos jóvenes canteranos que no pudieron obrar, una vez más, el milagro de ser el revulsivo que voltee el marcador a favor de los intereses amarillos. 

La UD se marcha de Anduva con una sensación de vacío total, aumentada la desventaja con el Eibar, queda a merced de resultados de terceros que ponen en peligro la exigua distancia que sacaba a sus perseguidores. 

A continuación les facilitamos el resumen y la galería fotográfica.

Foto portada: ©DiariodeBurgos.





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