27 de febrero de 2013

Con voluntad, todo es posible



Hoy en el entrenamiento de Barranco Seco tuvo lugar un acto emotivo en el que la plantilla amarilla y el cuerpo técnico le regalaron una camiseta firmada al joven aficionado Néstor Socorro. Con los que se hizo una foto con la plantilla amarilla como regalo de cumpleaños y todo gracias al ex entrenador amarillo Paco Rosales.

Esto quizás no sea de total importancia porque todos los aficionados que asisten a los entrenamientos, se hacen fotos con todos ellos, pero si les digo que sufre cáncer, es motivo para hacer una recompensa como esta, porque el cáncer es una de las enfermedades más duras que puede sufrir una persona y sobre todo su entorno familiar que es quien está con él porque tiene que aguantar sus altos y bajos y sobre todo apoyarlo en estos duros momentos.

Yo sé lo que se sufre porque me tocó vivirlo en mis propias carnes, por lo que aprovecho este rinconcito para contarlo. Cuando me diagnosticaron la enfermedad tenía 17 años, los mismos que tiene Néstor,  y ya a partir de ahí comenzó un calvario. Los primeros días se pasan mal, porque tienes que asimilar el tratamiento que te van a hacer y ya poco a poco lo vas aceptando, pero cuesta hacerlo porque no tienes tiempo. Son 12 horas continuas de quimioterapia, eso sí, cuando tienes el ciclo largo que son tres meses y ya te dan el alta para descansar y comienzas el ciclo corto, que es ir al Hospital de Día unas horas al día para ponerte el tratamiento y entre medias, toca levantarse temprano todos los días para hacer controles cuando estabas en casa, y cuando estaba ingresada a las 6 de la mañana me hacían continuos análisis.

Esto no es nada, ya en los últimos meses pasé los peores momentos de mi vida porque cogí una neumonía y como estaba con las defensas al límite,  también sufrí una infección muy fuerte, hasta el punto que a las cuatro de la mañana los médicos tuvieron que bajarme al quirófano y aprovecharon para limpiarme el exceso de pus que me quedó. Ya a partir de ahí, afortunadamente todo fue a mejor, el mismo día de la Lotería me dieron el alta médica definitiva y poco a poco me fui reincorporando a la vida normal a pesar de que tuve que pasar por nuevas dificultades que me impidieron seguir. Pero con rehabilitación y voluntad pude salir adelante, y hoy por hoy, gracias a esa lucha estoy haciendo lo que me gusta y siguiendo más que nadie a mi equipo del alma, la UD Las Palmas. 

Esto para nada tiene que ver con el fútbol, pero sí en cierta manera está relacionado porque este deporte que todos amamos está basado en objetivos que cumplir, por lo tanto, si se lucha, se cree y se tiene voluntad, todo equipo y especialmente el equipo amarillo puede tener su recompensa. Claro que sí se puede, solamente poniendo fe en lo que quieres y con el apoyo de todos se puede conseguir, no hay duda.

PD: Todas las fotos son tomadas de la galería de Canarias7.es y son obra de Gerardo Monstesdeoca.




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