Llegó la hora de la verdad y la UD Las Palmas está evidenciando una dualidad peligrosa. La derrota en Alcorcón muestra, sin escrúpulos, las carencias reconocidas de este equipo al que está por ver si las incorporaciones de Atouba, Pando y Tato son capaces de solucionar, o al menos, remitir.
La situación sin ser crítica sí compromete la confianza en el conjunto. Como sucedió en la 1ª vuelta, el equipo es incapaz de dar el do de pecho cuando llegan los partidos ante sus iguales, ante los que realmente compite por los mismos objetivos.
Debemos de ser conscientes que este equipo no está capacitado para obtener la plaza de ascenso directo vacante. Aunque matemáticamente es posible recortar la distancia de 8 puntos que actualmente nos distancia de la 2ª plaza y que ahora ocupa el Almería, la irregularidad demostrada por el equipo de Lobera la vuelve insalvable.
Todo es debido a que este conjunto tiene, sufre, padece de dos caras. Dos versiones de sí mismo ciclotímicas que lo impulsan y a su vez lo hunden a partes iguales. En casa demuestra una soltura, un empaque, un nivel de tensión competitiva muy alta que de esta forma ayuda a superar sus limitaciones. Limitaciones que lejos del recinto de 7 Palmas hacen al equipo palidezca, y mucho más cuando el rival que tienen en frente es un igual.
Sin duda la ilusión, el aliento y al aguante de las gradas del Estadio de Gran Canaria hace que el equipo luzca su mejor versión, pero también la presión del entendido aficionado amarillo añade un plus para lograr ese salto competitivo que marca diferencias. Lejos de la Isla, el equipo se transforma, se muta en una versión horrenda de sí mismo, bastante desconocida en muchas ocasiones, más previsible, más ineficaz, más torpe y más horrenda. Un Mr. Hyde en amarillo que llena de pesados argumentos el carro que debemos empujar hasta la meta final.
El equipo está en saldo negativo en su particular "roulette" ante los rivales directos, tiene que detener la sangría de puntos que le está minando las meritorias aspiraciones de play off de ascenso. Y se tendrá ocasión ante el rival que en la 1ª vuelta sonrojó al conjunto amarillo de forma fulminante con un 5-0 ante Montilivi. Un Girona que viene lanzado y prendido en la pelea por el ascendo directo.
Si realmente se quiere aspirar a lograr el ascenso de forma indirecta, no queda otra que derrotar al Girona, una victoria ante un rival directo con el que hay una cuenta pendiente que además de detener en seco la sangría de puntos que estamos sufriendo reforzaría la moral de todos.