Pero lo acontecido en el Estadio de Gran Canaria este
domingo fue un gran partido de la UD Las Palmas adornada por una orgía de goles
(algunos de bellísima factura como el de Nauzet Alemán) ante un rival directo. La UD Las Palmas estaba
necesitada de un partido así por varios motivos como señalamos en la previa. Para
tumbar el argumento que ante
rivales del mismo nivel no daba la talla, y para cerrar la herida abierta en
Montilivi desde el partido de la 1ª vuelta.
Todo una vuelta ha pasado desde aquella sonrojante
derrota que puso en duda y solfa
el proyecto ambicioso que comandaba Sergio Lobera. Y la ya tan comentada dualidad del equipo se hizo patente,
quizás aquella fuera la peor versión de la UD, y la de este domingo haya sido la mejor (hasta el momento).
Y ambas ante el mismo rival.
Los más escépticos dirán que el conjunto amarillo jugando en
casa se crece por el apoyo de la afición y las condiciones óptimas que propone
el recinto capitalino para el fútbol por clima, dimensiones del terreno de
juego y calidad del césped. Y que además vino reforzada por un rival que no se
encontraba en su mejor momento, aunque su colchón de puntos aún le permitiese
estar en los puestos de privilegios.
Sin quitar una ápice de veracidad a dicha lectura, hay que
reconocer que sí que es sesgada e injusta con lo vasta que suele ser la
realidad. La UD Las Palmas cuajó un gran encuentro, manchado en los últimos
minutos ya con todo resuelto. El nivel futbolístico que mostró el
representativo amarillo fue de un alto nivel, con un derroche de ocasiones
desperdiciadas y otras que acabaron en penal, que el árbitro (muy discutido) no
acertó a pitar. Pero además mostró, una vez más la necesidad de manterner un
alto nivel de tensión para lograr los objetivos. Con una actitud laxa,
contemplativa y relajada en esta Liga Adelante no se consigue absolutamente nada.
Y así quedó demostrado cuando con el 5-0 en el marcado, y con el “imposible”
goal average igualado, la tensión se rebajó muchísimo y cayeron los goles de un
conjunto herido y avergonzado por su rival. Cierto que gol de Javi Acuña vino
precidido por una fallo garrafal de Jeison Murillo que un central de su calidad
no debería cometer jamás, pero es la imagen de lo que comentábamos: laxitud y relajación.
El 2º gol es una auténtica joya digna del encuentro, que fue aplaudido, como corresponde,
por el graderío del Estadio de Gran Canaria.
El resultado cierra viejas heridas y refuerza la
autoconfianza en el equipo. Vitolo sigue en prendido, Tato debutó en casa con
un buen gol, Thievy estuvo basante participativo y generoso, Chrisantus negado
al gol pero realizó un gran trabajo adornado por algún que otro gesto técnico
magnífico.
Ahora se viene el Villarreal que se llevó inmerecidamente un
empate a dos goles en el partido de la 1ª ronda. Empatados a puntos, la UD Las
Palmas tiene que ganar para certificar la recuperación al alza ante semejante
equipo, que aún estando muy por debajo del nivel estimado, sigue siendo un
conjunto muy peligroso.
La fórmula no hay que buscarla, la conocemos de sobra.
Seriedad defensiva, creación inteligente en el medio, asociación y desborde por
las bandas, eficiencia arriba , todo mezclado con intensidad, compromiso y
trabajo y adornado con la calidad que atesoran estos jugadores.
A continuación les dejamos el resumen del partido facilitado por Canal Plus.