"El fútbol es un estado de ánimo". El universo fútbol tiene muchas frases manoseadas, muchos lugares comunes, pero quizás esta es una de las que encierra más poso porque, partido a partido, se demuestra, coge peso, gana metros porque es verdad.
La primera parte la UD empezó fuerte, tratando de dominar, de gustar, de ganar. El gol de Jesé, el primero con la amarilla, llegó en el minuto 8 tras fantástica asistencia de Viera de una cuchara que ya es marca registrada. Siguió el equipo percutiendo en busca del segundo gol, pero tardó en llegar. Osasuna, timorato en ataque y dudoso en defensa parecía una presa fácil, el rival ideal en una tarde fría que pintaba plácida. Pero, siempre hay un pero, un error de Varas por no salir en un balón profundo de un ataque que parecía inocente del equipo navarro acabó con un centro que el sevillano no agarró bien y el rechace lo metió dentro Kenan Kodro en el 30. Ahí no cambió la cosa; la UD recibió otro gol, en otro error de Javi Varas, tras otro tiro de Kodro en el 36. Repetían los mismos protagonistas y el ánimo de un equipo desangelado creció porque sin quererlo, casi, sin merecerlo, seguro, iban ganando. Así llegó el descanso.
En la reanudación la consigna estaba clara. Osasuna quería mantener el botín sorprendente logrado en la primera parte y la UD acosaba la portería de Sirigu. Un centro de Roque, tras un córner en corto, lo remató Livaja y el objetivo de marcar pronto para lograr la remontada se conseguía en el 54. En el 70 sucedió la jugada del partido, el detalle que define cómo el estado de ánimo, la cábala, la fortuna ayuda o hunde a un equipo, Unai García trató de despejar un centro de la UD y sorprendentemente lo metió en su propia portería. Remontaba la UD sin sumar un tiro más en su portería, con la injerencia rival. Roque, en el 76 hacía el cuarto rematando solo, fuera del área, una falta lateral. La UD ya cabalgaba a lomos de la buena ola y el Osasuna, sumido en su desgracia tras el error en defensa, deambulaba por el campo. El quinto, obra de Jesé, su primer doblete con la UD y en Primera, llegó tras jugada colectiva con pase, cómo no, de Jonathan Viera, que está de dulce.
Vuelve a ganar la Unión Deportiva tras seis partidos sin hacerlo y suma ocho goles en dos partidos seguidos en los que acumula cuatro puntos. Los de arriba ya hablan el mismo idioma y el punto de mira letal parece haber vuelto.
