17 de marzo de 2017

LA CRÓNICA || VICTORIA CON LO JUSTO


Sufrido triunfo de una UD que fue de más a menos y no jugó su mejor encuentro. Faltó lucidez al final ante un Vilarreal que jugó más de dos tercios de partido con uno menos, pero supo rentabilizar al máximo el tanto de Boateng, el octavo que realiza esta temporada.

El envite empezó con la sorpresa de la suplencia de Jesé y una UD más imprecisa y acelerada de lo habitual en un Estadio de Gran Canaria pasado por agua, pero en el que la lluvia había desistido minutos antes del comienzo. Dos perdidas de Lemos en los primeros compases propiciaron sendas oportunidades para el Vilarreal, pero las coberturas de Vicente y la solvencia de Bigas desbarataron las acometidas visitantes. Sin embargo, cumplidos los primeros diez minutos los amarillos consiguieron adelantarse en el marcador en su primera ocasión nítida. Un centre de Dani Castellano por banda izquierda fue interceptado en el área por un Prince Boateng libre de marca que, remató de forma abrupta pero eficaz. El esférico chocó con su cabeza para posteriormente topar con su hombro y acabar en las mallas de la portería defendida por Andrés Fernández.



A diferencia de lo que sucede con asiduidad, sin hacer mérito alguno la UD se vio por delante en el marcador gracias a un pragmatismo  inaudito que ejercía de justicia poética a tantas veces en las que ha merecido mucho más de lo cosechado. El tanto de El Príncipe aceleró el ritmo del partido y, sólo nueve minutos después el submarino recibió otro duro golpe, esta vez en forma de expulsión. Tras una recuperación de Viera en campo contrario, Boateng se plantó solo ante el guardameta visitante y fue derribado por Víctor Ruiz cuando se disponía a penetrar el área. Roja y oportunidad clara que fue desaprovechada por el de La Feria. 

Los de Escribá no desistían y a punto estuvieron de obtener beneficios en una jugada en la que Sansone cayó dentro del área tras un forcejeo con Bigas por el que los castellonenses pidieron pena máxima. A pesar de intentarlo, el hecho de verse por debajo en el marcador y en inferioridad numérica hacía que el Vilarreal se precipitara una y otra vez mientras la UD se asentaba cada vez más en el campo y comenzaba a gozar de sus mejores minutos. Varias contras endiabladas casi materializan el segundo de la noche, como una en la que Mateo remató tras pase de espuela de Boateng, quien realizó una magistral conducción en zona de peligro tras recibir un buen balón largo de Viera.


Los últimos minutos del segundo tiempo transcurrieron con un claro dominio local gracias a su característica posesión cocinada  a fuego lento, pero que no duda en ponerse revoltoso si la ocasión lo permitía. Como en un disparo de Vicente a media vuelta en el área chica u otra de Lemos de chilena. Precisamente el uruguayo era el que estaba aportando un plus en ataque gracias a su valentía y su propensión a probar fortuna de larga distancia; primero con una falta que iba directa a la escuadra y posteriormente con un sorpresivo tiro a treinta y cinco metros de distancia. 

La segunda parte de la contienda dio comienzo con dinamismo y oportunidades por ambas partes, pero poco a poco se fue ralentizando paulatinamente el ritmo del partido. El dominio seguía siendo amarillo pero sin tanta verticalidad como en los últimos compases del primer tiempo. Una pérdida no forzada entre Dani Castellano y un siempre dubitativo Raúl Lizoaín propiciaron una clara oportunidad para los valencianos.  La réplica de la UD se materializó con una doble ocasión en la que Boateng primero remató de sempiterna chilena un centro de Dani Castellano y posteriormente de cabeza otro de Tana


Los amarillos al  encontrarse por delante en el marcador y con un jugador más se relajaron y bajaron el pistón, lo cuál se vislumbró en un preciso disparo de Sansone que fue desbaratado con maestría por Lizoaín. Los castellonenses -sin hacer mucho pero con uno menos- se fueron asentando cada vez más en el verde mientras los amarillos se resignaban a encarnar peligro a la contra, como en una comandada por Roque y en la que un tiro lejano de un recién ingresado Momo se topó con un defensor visitante. El siguiente en entrar en el campo fue Jesé Rodríguez en detrimento de Prince Boateng autor del único tanto del partido. Precisamente El Bichito protagonizó una oportunidad clara por la izquierda que zanjó Costa con una criminal entrada por la que vio amarilla, mínimo era naranja.

Por su parte, el conjunto de Escribá no se daba por vencido y dejó en evidencia en varias ocasiones a los jugadores amarillos, impotentes en su tarea de apaciguar el ritmo del juego. Cuando no rematas el partido, ni consigues adormecerlo lo normal es que lo acabes pagando.  Sin embargo, esta vez afortunadamente no fue así gracias a que la volea de Bakambu en el área chica se fue muy arriba justo antes del descuento y tras un fallo en el despeje de Lemos. De esta forma, la UD consiguió la segunda victoria consecutiva en casa gracias a que dejó su portería a cero, cosa que no sucedía desde el siete de enero contra el Sporting de Gijón.




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