Domingo, 25 de enero de 1998. Se iba a producir en el Insular, con las cámaras de Canal Plus de testigo, un choque entre dos gigantes de la división de plata.
La UD Las Palmas de García Remón, protagonizada por la asociación
argentina entre Walter Pico y “Turu” Flores, pero con la presencia de otros
ilustres como Cicovic, Víctor Afonso, Manuel Pablo (que cumplía ese mismo día
22 años), Paqui, Vinny Samways, Paquito u Orlando, llegaba a la 24ª jornada de
liga como quinta clasificada. El equipo amarillo había emprendido una escalada
de vértigo en la tabla, acumulando 17 jornadas sin perder. Como se puede
apreciar en el gráfico emitido en la previa de Canal Plus, la UD había llegado
a ocupar, en la jornada 5, plaza de descenso a Segunda B. En dicha jornada se
produjo, precisamente, la última derrota hasta la fecha.
Por su parte, el Deportivo Alavés llegaba a
Gran Canaria aún con la resaca de haber
escrito una de las páginas más brillantes de su historia: la eliminación, en el
Santiago Bernabéu, del Real Madrid en los octavos de final de la Copa del Rey, al
beneficiarse del valor doble de los goles fuera de casa en caso de empate. Tras
el sorprendente 1-0 de Mendizorroza, Pedro Riesco volvería a adelantar a los
vitorianos. Los goles de Roberto Carlos (un cañonazo de falta directa) y Davor
Suker hicieron presagiar que el Real Madrid, pese a atragantársele un Segunda,
acabaría imponiendo la lógica, pero finalmente los merengues fueron incapaces
de culminar la remontada.
Sendas hazañas multiplicaban el atractivo del
duelo entre canarios y vascos. Pronto se abriría el marcador gracias a un
tanto del croata Nenad Bjeliça.
La UD siguió dominando el juego y buscando aumentar la ventaja, hasta que llegó un saque de esquina. Paquito colgó el balón “a la olla”, y tras varios rechaces, el “Turu” Flores, que había caído al césped, recogió la pelota con los dos pies, se revolvió, y aún sentado, anotó el 2-0, ante la perplejidad de los defensores alavesistas.
La UD siguió dominando el juego y buscando aumentar la ventaja, hasta que llegó un saque de esquina. Paquito colgó el balón “a la olla”, y tras varios rechaces, el “Turu” Flores, que había caído al césped, recogió la pelota con los dos pies, se revolvió, y aún sentado, anotó el 2-0, ante la perplejidad de los defensores alavesistas.
Pese al enfado de Ramos Marcos, que, con
dudoso criterio, acabaría diciendo que los cuatro goles que la UD endosó a su
rival aquella mañana fueron ilegales, los otros comentaristas del Plus se
centraron más en la genialidad del ariete argentino que en asuntos reglamentarios.
Desde el blog Grada Curva nos complace poder
ofrecerles, en vídeo, aquella jugada, para muchos de recuerdo imborrable. Una
de tantas anécdotas que el Insular nos brindó para la eternidad.
Desgraciadamente, y pese a la inapelable
victoria amarilla por 4-0, la UD vería frustrado, aquel año, su objetivo de
ascender a Primera División, tras sufrir un arbitraje escandaloso en el viejo
Carlos Tartiere por parte del ya retirado Iturralde González, en el partido de
ida del torneo de promoción. El Alavés, en cambio, acabaría proclamándose
campeón de Segunda, ascendiendo, así, de forma directa a la máxima categoría.