29 de septiembre de 2013

Desde la Curva (#40): Reflexión tras el estrépito.

El estrépito que ha producido la goleada en Lugo no es mayor que la desazón que provocó la imagen apática e indolente de la mayoría de los jugadores amarillos. De antemano se sabía que el partido en el Anxo Carro sería cualquier cosa menos que un paseo, pero nadie esperaba que se repitieran planteamientos y errores de un pasado no tan lejano. 

La plaga de bajas que ha sufrido Las Palmas para este partido puede ser razón y/o excusa dependiendo desde el prisma que se quiera argumentar, pero en el fondo deja una lectura inequívoca: la plantilla no es tan amplia en recursos y vasta en calidad como pensábamos. Tras los fichajes de Apoño, Masoud y Aranda se extendió por todos los corrillos futbolísticos que Las Palmas tenía la mejor plantilla de la categoría, situación reforzada al publicarse las cifras de la LFP que le otorga el 4º presupuesto más alto de la categoría. Pero la realidad nos demuestra que quizás no es tan fiero el perro como lo pintan si cuando ha perdido algún titular se desmorona como si un castillo de naipes fuese. 

Apoño fue el nombre más repetido en la tarde ayer en el entorno amarillo, y eso que no jugó ni un minuto por lesión. No recuerdo ningún jugador que en los últimos años y en tan poco tiempo se haya vuelto tan capital para los intereses amarillos. Fue tan preocupante la situación ayer que parecía que hasta Masoud era peor jugador al no encontrar a su mejor socio en la medular. 

La única nota agradable de la tarde de ayer, por destacar algo, fue la primera titularidad de un Asdrúbal que se la había ganado a pulso. No obstante, yo tengo mis dudas de que ayer fuera la mejor ocasión para otorgar la responsabilidad a un canterano en su primera titularidad. El partido de ayer, con menos cartel que otros, sí que era de auténtico reto por el serio rival al que nos enfrentábamos. Y si le sumamos el agravante de las bajas y el cambio táctico, no es un partido en "condiciones" normales. ¿No se corre el riesgo de exponerlo innecesariamente? Porque el menudo delantero no pudo realizar su juego, ¿cómo va a hacerlo si la UD no supo que hacer con el balón cuando lo tuvo en sus pies?. 

Algo similar le sucedió a Tana en Soria, tras aquel partido gris, como todo el equipo, no ha vuelto a disputar un sólo minuto. ¿Era aquel el mejor partido para Tana? Seguramente ambos continuarán participando activamente en el primer equipo y disfrutarán de mejores tardes, pero sigo pensando que no era el mejor partido para reforzar la confianza del jugador otorgándole la titularidad.

En otra latitudes, en otro fútbol, jugadores casi imberbes son habitualmente "lanzados" al campo forzados a veces por las políticas vendedoras de sus clubes. Dejados a su suerte sobre la jungla del césped sin quizás la formación, sin la experiencia ni la preparación mental para ello, tan sólo los más fuertes sobreviven y siguen adelante, pero son muchos los que desaparecen tras apariciones fulgurantes. 

Se agradece el descaro, la insultante arrogancia del joven jugador que desea comerse el mundo, pero también hay que exigirle a los más veteranos que de un paso adelante y asuman su cuota de responsabilidad que les corresponde. Asdrúbal no tiene que asumir el rol de esos jugadores con más caché, con mayor responsabilidad y con (supuestamente) mayor calidad por la que además ganan mucho más dinero. La maduración de un jugador debe ser cocinada a fuego lento, la UD no está en una situación de emergencia para acortar plazos de forma innecesaria, debe saber cuidar de sus activos.
 




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