La UD juega esta noche ante el Real Zaragoza en el Estadio de Gran Canaria (20:00// GOL) con la necesidad imperiosa de conseguir tres puntos en un ambiente enrarecido. Se espera una afición de uñas con el equipo y una escasa entrada, el partido, además de por ser en lunes y el mal horario llega tras varias convocatorias de grupos de aficionados llamando a protestar contra las últimas decisiones tomadas por la directiva encabezada, obviamente, por Miguel Ángel Ramírez. El fichaje de Aythami Artiles unido a la huida hacia adelante que está experimentando el Club, al parecer, son la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la parroquia amarilla. La propia UD Las Palmas SAD ha reaccionado tratando de incentivar a que los aficionados acudan al Estadio tratando de, con su asistencia, generar un descuento en el abono para la próxima temporada, pero esto se ha tomado como una medida que busca dividir a la afición, algo que se achaca al Presidente, especialmente desde el ascenso a Primera División, tras el gol de Sergio Araujo al Real Zaragoza, rival que hoy nos visita.
Para muestra de ese descontento valdría observar la unión que se produjo tras el golpe durísimo que supuso el 21J y cómo estaba el Gran Canaria un año y un día después y cómo va a estar hoy, siendo lunes y en mal horario, por supuesto, pero que sirve de muestra de cómo se ha ido deshinchando el globo de la UD, paulatinamente, tristemente. Porque el partido tiene cartel. Un Las Palmas - Zaragoza no es poca cosa. Cierto que en este descontento el fútbol, porque esto va de fútbol, - pero no sólo de fútbol se habla-, tiene mucha importancia y los malos resultados son una losa, un peso sobre una plantilla que está a años luz de lo que se esperaba y no parece que se haya atinado en el puesto clave como es la figura del entrenador: ni Jiménez ni Herrera han dado con la tecla, con la regularidad; más bien al contrario, el equipo ha ido hacia atrás con el cambio de míster, pero en esta tesitura, estamos en los días esenciales en los que la temporada va a tomar un rumbo, escalada o quedar en ese letargo de la tierra de nadie para los que no veníamos preparados, para este viaje no hacían falta estas alforjas.
Los puntos obtenidos fuera de casa ante Rayo Majadahonda y Nàstic que se asumieron por Herrera como un paso adelante, como una buena noticia por no encajar goles -cuando se venía de encajar 4 de media en los anteriores- suponen una buena perspectiva de en qué punto estamos. Se trata de dos equipos de la zona baja, uno recién ascendido al fútbol profesional y el otro el último clasificado al que la UD no ha conseguido hacerle un gol, cierto que no encajó, pero es una renta exigua para el objetivo que se busca. Ahora el equipo se las verá con dos rivales duros: el Zaragoza, como decimos, y el Málaga el próximo fin de semana, dos partidos que calibrarán la tendencia de una UD que como un púgil, sigue sin caer, pero tiene las constantes muy débiles o esa sensación da.
En relación al duelo, el Real Zaragoza que ya cuenta con tres técnicos en su banquillo esta temporada (Idiakez, Alcaraz y Víctor Fernández) llega con una buena racha de tres victorias en cinco partidos desde que Víctor Fernández volvió al banquillo maño. Triunfos ante Extremadura, Sporting en el Molinón y Real Oviedo han dado aire a un equipo que estaba al borde del abismo. En sus dos últimas salidas consiguió empatar en el Cerro del Espino un partido que perdía 2-0 y el triunfo en Gijón.
Por su parte, la UD espera volver a repetir la actuación ante Osasuna que se saldó con un 4-1 que supuso el reencuentro con la victoria mucho tiempo después. Paco Herrera comentó en rueda de prensa que aquel once podría ser el que hoy regrese tras la sanción de Ruiz de Galarreta ante el Nàstic de Tarragona.