Severo correctivo, daño a corto plazo. n tres cero inapelable ofrecía el marcador al finalizar el encuentro, la UD mereció mucho más por los méritos acumulados en la 1ª parte. Pero un partido son 90 minutos y no 45, al igual que la Liga, que pesar al dolor que genera esta derrota no acaba hoy. A Las Palmas le han arrebatado un liderato que no ha sabido defender, tras muchas jornadas donde las distancias menguaban en la 1ª ocasión que ha tenido en frente a un rival mirándole a los ojos ha cedido el testigo.
Momento de restituir y reponerse. Tras la debacle quedan rescoldos y cenizas, fuego latente suficiente para prender de nuevo. Este equipo tiene crédito y materias primas suficientes para seguir peleando por el ascenso directo. Perdida la ventaja con el Betis en el duelo particular, tan sólo queda sumar +1 de los puntos que haga el equipo de Pepe Mel. Han habido calamidades deportivas a mitad del camino que sirvieron como punto de inflexión, derrotas catalizadoras. Tras un 6-3 en la Romareda, el Barça de Cruyff, en la temporada 93/94, supo rearmarse para lograr la remontada ante el Súper Dépor de Arsenio Iglesias, Mauro Silva y Bebeto. Toca mirar al futuro cercano (Numancia) con el objetivo de recuperarse de cara lo que aún tiene que pasar por el el Gran Canaria: Valladolid y Girona. Nada está perdido, como nada estuvo ganado.
Herrera, es hora de introducir variaciones. Tácticamente el técnico amarillo es un hombre de ideas fijas, su bien apuesta por un equilibrado, que no ofensivo, 4-3-3 que en ocasiones muta en un precavido 4-2-3-1, es de sobra conocida. Una apuesta que durante gran parte del campeonato se daba por segura y que los rivales llevan semanas demostrando que es una fórmula ya agotada, que está más que conocida y que le tienen tomada la medida. Una propuesta que si no tiene en los dos extremos que acompañan en la punta de lanza a Araujo, con esa velocidad y verticalidad necesaria se convierte en un equipo predecible y fácil de defender. La UD tiene mimbres suficientes para otras propuestas y variantes tácticas, hay que saber adaptarse al medio, tanto por la influencia exógena (los rivales) como la endógena (el mal momento de algunos jugadores).
Bipolaridad y depresión. La UD Las Palmas que se mostró atrevida, ágil, fresca y grácil en la 1ª parte, desapareció en la 2ª para dar paso un equipo lento, opaco, gris, parco en su discurso futbolístico y huérfana de creación. Un equipo que poco a poco se fue diluyendo para, tras encajar los tres goles, convertirse en una ánima sin fe, un espíritu languidecía y vagaba sobre el campo esperando el pitido final como signo redentor. Esto último es algo que no debe ocurrir, nunca se debe de dar el brazo a torcer hasta el pitido final, el esfuerzo y el sacrificio hasta el último segundo es algo innegociable. La afición, a pesar del 0-3, nunca dejó de alentar. Una situación similar, que no igual, de aquel 0-4 del Logroñés en el Estadio Insular, y también con Canal Plus de testigo.
Araujo, huérfano de gol. La carencia de gol en el equipo amarillo no es problema único suyo, pero la sequía de su hombre gol (sic) se ha vuelto en la principal tara del equipo en los dos últimos meses. Con la suerte esquiva dándole la espalda, su sacrificio y su trabajo en el desgaste de la zaga rival se vuelve insuficiente cuando no es asistido, cuando nadie le acompaña ni se realizan permutas de posiciones, cae en banda en busca del espacio que la frontal le niega pero aún así sigue sin encontrar ese socio ideal con el que realizar truco y trato. Recuperar anímicamente al jugador es tan importante como su gol, lo uno vendrá con lo otro, es algo indisoluble.
Betis, el mejor rival en el Gran Canaria y en la categoría. Sin duda el mejor equipo que hasta ahora ha visitado la isla. Un equipo renacido que con Pepe Mel vuelve a recuperar las credenciales que, por historia, plantilla y presupuesto, se había ganado por méritos propios al principio del campeonato: el máximo favorito para ser campeón de la liga de plata. Y el Betis arrollador ha vuelto, tras estar 2/3 del campeonato dando tumbos con peleas intestinas y citas judiciales, toma el testigo de Las Palmas, Girona, Sporting, Valladolid como mejor equipo del campeonato y lo hace justo en la recta final, cuando al fondo ya se vislumbra la meta.
La afición bética, ejemplar. En un número muy parecido al desplazamiento chicharrero de hace 15 días, dieron color y calor a la grada del Gran Canaria. En muy buena sintonía con los aficionados amarillos, se dedicaron a animar a su equipo sin caer en la provocación fácil ni en estériles disputas con los aficionados locales. Un diez para ellos.
