17 de marzo de 2015

OPINIÓN ‖ TOCA REINVENTARSE

Tras el descalabro matutino acontecido el pasado domingo en el Estadio de Gran Canaria, la Unión Deportiva se ve obligada a reinventarse a pasos agigantados. Todos los síntomas que llevaba mostrando el equipo de Herrera en los dos últimos meses, se vieron de golpe radiografiados contra el equipo sevillano en apenas 20 minutos. Al no haberse visto aupado hasta ahora de la primera plaza, y haber intercalado el bache con algunas victorias engañosas como contra Racing y Mallorca, e incluso con grandes momentos de juego como la primera parte de Lugo, los cambios y correcciones han sido hasta ahora muy paulatinos y conservadores, seguramente en aras de no empeorar las cosas que todavía estaban funcionando. Esta reformulación que  Herrera lleva semanas gestando, quizá no se ha hecho hasta ahora, porque creerá que esas variables que ha reconocido tener en mente, no le dan todavía el equilibrio que tanto le obsesiona.

El once amarillo, empanadas temporales aparte, ha demostrado ser muy sólido en defensa, cosa totalmente lógica con dos mediocentros defensivos de la talla de Javi y Hernán, y un tercero (ya sea Culio o Vicente) que aporta mucho trabajo. El fallo, es que esto se ha realizado en detrimento de la circulación de balón. Falta un nexo de unión, valga la redundancia, entre medio campo y delantera. Lo cierto es que en la plantilla sólo hay un mediocentro organizador, un manija de toda la vida, y ese es Roque Mesa,  puesto que a Vicente lo considero un box to box a la inglesa y Culio es más de aguantar que de crear. Asimismo, aunque en determinados momentos podría ser beneficioso colocar ahí a Valerón o a Viera, su campo de actuación es un poco más arriba.  De esta forma, al no haber circulación por el centro, es necesario ya sea cambiando el 4-3-3 o manteniéndolo, encontrar un hombre que pueda meter balones interiores y saber cuando el juego debe pasar de un costado a otro. Por eso, cada vez parece más increíble los pocos minutos disputados por el teldense en los últimos partidos. Sin embargo, ahora es el momento de ser positivos, puesto que después de mejorar el juego sin más, esto es lo segundo mejor que nos podía pasar, porque la situación a la que habíamos llegado antes del domingo era muy engañosa. Si no había un palo grande, se iban a dejar de cambiar cosas o se iban a hacer mucho más tarde que con una derrota tan contundente, en la  que el equipo demostró que se le ha pegado la bipolaridad que padece buena parte de su afición.
Por otro lado, está el tema Araújo. No son pocos los que opinan que lo que necesita el Chino es recibir más balones de cara y retrasar su posición, para así de segunda línea poder realzar sus mejores virtudes: control y tiro de media distancia. Herrera ya lo intentó colocándole en ocasiones más escorado a la izquierda, pero lo de Momo de falso nueve no siempre funciona. El argentino necesita a un jugador más físico e incisivo que retrase y fije a los centrales, otorgándole más libertad. Esto pasa por concederle la titularidad a Ortuño, tampoco estaría de más empezar a convocar a Asdrúbal. Por otra parte, la intermitencia de Momo y Nau, hacen aconsejable una menor coincidencia en el campo. Cuando concurre que se apaga uno y se enciende el otro, la Unión Deportiva juega con nueve, y esto pasa en exceso últimamente, más teniendo en cuenta que son  jugadores liberados de tareas defensivas. En cualquier caso, lo bueno de esta dolorosa derrota es que les otorgará la valentía suficiente para hacer los cambios que hace semanas deberían haberse hecho. En Los Pajaritos la Unión Deportiva tendrá que renovarse o morir. Entre las novedades, estará casi con total seguridad Marcelo Silva, supliendo al sancionado Aythami Artiles.
Foto portada: Carlos Díaz Recio ©udlaspalmas.es




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