15 de marzo de 2015

SD LEIOA - LAS PALMAS ATCO [0-0]



La visita al conjunto vizcaíno, una de las gratas sorpresas del grupo II de la categoría, era la 1ª de las diez finales que tiene que afrontar el equipo filial para salvar la categoría. El debut de Mingo Oramas se ha saldado con un empate, ante un rival directo, que se antoja de momento insuficiente para huir de la quema del descenso. 

Un aguerrido equipo del norte, la desapacible mañana de un domingo en Vizcaya y el césped condicionado por los elementos que hacía imposible el fútbol de toque y asociación, eran los rivales con los que se tenía que enfrentar le equipo de Oramas en busca de la salvación. 

El conjunto local arrancó mejor el encuentro con varias ataques que concernía peligro sobre el arco que defendía Ale Martín, pero no estuvieron acertados los atacantes blaugranas en ningún momento. Castaño, mediada la primera parte, logró el primer acercamiento con serio peligro de los amarillos que acabó siendo un córner sin provecho alguno. Luego Néstor y Germán lo intentaron pero sin demasiada claridad en tímidas aproximaciones al área del Leioa.

Seguía siendo el conjunto local quien llevaba la voz cantante en el encuentro con continuos acercamientos en las botas con Yurrebaso, Gabilondo, Vitoria y Alaña como principales quebraderos de cabeza para la zaga insular. En alguna ocasión tuvo Ale Martín dar lo mejor de sí con intervenciones que fueron claves para no llegar al descanso por debajo en el marcador. 

Aspecto que presentaba el campo la 2ª parte. Foto: ©AnderGlez

Tras el descanso el encuentro siguió por los mismos derroteros, el conjunto local dominaba y el filial intentaba buscar en las contras la ocasión que les pusiera por delante en el marcador. Con el paso de los minutos el césped fue cediendo a la lluvia y al desgaste volviéndose en un rival más para ambos conjuntos.  Fue el momento para el fútbol de despliegue físico y el momento de dejar los lujitos y gestos técnicos para otro escenario más propicio. 

En un fútbol de barro más propios de los genes del norte, los de Oramas se desenvolvieron de forma solvente para al menos rescatar un punto que, si bien no recorta distancias, es otro pequeño escalón que suma en la esquizofrénica huída del descenso. 

Foto portada: ©SDLEIOA




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