20 de marzo de 2016

CARA B II UN PASO MÁS CERCA DE LA PERMANENCIA







La Unión Deportiva prosiguió con su racha de triunfos por el norte de España, tras imponerse a la Real Sociedad con sacrificio, a pesar del penalti fallado por Viera y de no controlar el juego como acostumbra.

Tras las buenas sensaciones ofrecidas por los amarillos ante el Real Madrid, era preciso constatarlas ante un rival más cercano a la "liga" de los de Setién, y así fue. 

La defensa, una muralla infranqueable. Aún con el handicap de cargarse de tarjetas amarillas en poco tiempo, la retaguardia amarilla estuvo acertada durante todo el encuentro. Los centrales Aythami y Lemos pararon las constantes acometidas de los donostiarras, teniendo el joven central uruguayo un papel destacado, pues se mostró contundente y activo para anticiparse a las jugadas del rival.

Por su parte, los laterales Garrido y David G. estuvieron correctos en su posición, viendo una vez más el buen momento del grancanario, que sigue en un estado de forma excepcional, alargando su segunda "juventud" como lateral de la UD.

El centro del campo se mostró menos activo que en otras ocasiones. El "todocampista" Roque estuvo por debajo de su nivel, quizás por cansancio o porque el equipo no se hizo con el control del balón como suele ocurrir. 
A su lado Momo, fue el más activo, sacando el balón desde atrás y ayudando en defensa, como viene haciendo durante los últimos encuentros, con el único matiz de que le faltó efectividad.

Por delante, Tana , que volvía al once inicial tras su lesión, colaboró en tareas defensivas, pero a la hora de atacar estuvo ausente.

La delantera desacertada pero con premio. Sin compañeros que surtieran de balones a los tres de arriba, la delantera no se mostró incisiva. Jonathan Viera trató de dinamizar el juego, asociándose con William y Momo, pero estuvo desafortunado a la hora del pase. 

En la otra banda, El Zhar se mostró impreciso y errático en su juego, a pesar de las dos muy buenas oportunidades de gol de las que dispuso.

En punta, William José fue una isla, a la que llegaron pocos balones. Se fajó, como acostumbra, con los centrales blanquiazules, con una efectividad de cara gol que supuso, una vez más, la victoria amarilla.


Los cambios de Setién. Con la entrada de Montoro, el entrenador cántabro buscaba más consistencia en el centro del campo, para tratar de parar las oleadas poco fructíferas de la Real.

Con el cambio de Nili, el equipo ganó profundidad, ofreciendo una ayuda necesaria a David García en defensa, y sirviendo de vía de desahogo en ataque.

Por último, Dani Castellano apenas tuvo minutos pero dispuso de una ocasión clara para certificar la victoria amarilla y evitar la espera agónica del pitido final.
 




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