19 de agosto de 2013

Desde la Sur (#3) - El primer tenique


El año pasado fue el año de la ilusión. Ese año en el que el equipo estuvo a punto de subir a la categoría de oro. Esa ansiada "Primera División". No bastó el esfuerzo final del equipillo. Nos lo jugábamos todo en Almería, y aún a sabiendas de que puede haber más culpables que los propios jugadores (véase la actuación arbitral) la satisfacción del aficionado fue plena. Todos queríamos subir. Todos. Todos y cada uno de los que seguimos a la Unión Deportiva cada partido, cada día. No se salva ni uno. Y el que diga lo contrario, miente. Pues es verdad que algunos vamos más allá del sentimiento. Sopesamos la economía del club, la comparamos, la analizamos, y de ahí sacamos nuestras ganas. Pero, al final, cuando el partido está en juego, todo éso no vale para nada. Puesto que siempre queremos que nuestro equipo gane, y nos puede más el sentimiento que la realidad.

El sábado volvió a rodar la pelota. Venía el Deportivo de La Coruña. Ese club que tanto debe y tanta discordia creó (junto a otros) hasta pocas horas antes de empezar la competición. Se acababa la pretemporada. Se acababa el jugar en fiestas populares y contra "clubs de amigos"*. Ahora venía lo serio. La competición real. Había que dejar a un lado las sobradas y comenzar a jugar de verdad, en serio, con cabeza y ganas. Porque éso era lo que le faltaba al equipillo, las ganas. Y aunque contra el Atlético se dio la cara, el sábado ya había puntos en juego.
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Se respiraba ambiente en las afueras y ya dentro del Estadio. No había mucho gallego uniformado como contra los madrileños, pero sí que tenían representación. Algún "¡Uy!" suelto de vez en cuando, cuando llegaban éstos a puerta. Había ganas de fútbol y la UD no decepcionó. Bueno, no decepcionó hasta que llegó el gol. Y es que siempre volvemos a la mismas. Pasa desde hace ya unos años y no se soluciona nunca. Cada vez que hay algún "balón parado", se siente el temblique de la grada. No hay manera de que este equipo frene los balones colgados al área. Ya sea córner o falta, el miedo se nota por la espalda parriba. Y así fue como llegó el gol d'ellos. A balón parado. Un saque de esquina al que Barbosa sale, no llega a la bola y rematan ellos a placer. A puerta descubierta. Malos recuerdos...

Y es que desde la Sur se ve distinto. Se ve "ladiao". Oyes los primeros pitos, las primeras reprimendas, los primeros "¡Gandules!" y los primeros levantamientos camino de la puerta de salida. Desde la Sur se nota otro fútbol.
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Antes mencioné que el equipo no decepcionó (hasta el gol rival), y es cierto. Ayer quién me decepcionó (en parte, pues aún tiene mi confianza), fue Lobera. ¿Dónde quedó aquella garra joven y rompedora? La lesión de Atouba propició un cambio forzado. Por suerte, Castillo supo cubrir con decencia la banda. Estamos sobrados en la izquierda. Pero, ¿Por qué no quitó a Valerón en vez de a Máyor? ¿Por qué no puso a Spas detrás de Máyor y Tato? Muy conservador y complaciente. Antes no le importaba que la grada pitase. Y aún así creo que si hubiese quitado a El Flaco no le hubiesen caído tantos palos. Valerón, cuál Vicente, se paseaba por la parte trasera del juego, sin meter el pie, sin correr demasiado, sin arriesgar... Porque ya no está para esos trotes. Tres pases de calidad a la banda y alguna que otra filigrana. Poco más se le vio. Spas tiene ganas, quiere comerse el campo, al rival y ganarse la grada. Pero no se le aprovecha.
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El cambio final fue la traca. Minuto 75, perdiendo por un gol, en casa, contra un rival en desventaja numérica y cambia a Aythami (que tuvo una actuación mala, casi deplorable) por Galán. ¿Dónde quedó el Lobera que hubiera arriesgado a jugar con una defensa de tres y hubiese dado entrada a Pipo o a Tana? No se entendió el cambio en la grada. Y aunque en posterior rueda de prensa dijese que quería dar profundidad al lateral derecho, y que como Aythami estaba cansado...Yo, no me lo trago. Lo siento, Sergio, pero para mí, usted ha perdido un poco de su toque. Y Galán entró enchufado. Lo intentó. Corrió, y alguna que otra vez, centró. Pero no estaba el equipo como para que fuera el lateral derecho quién trajese la revolución al encuentro.

Claros y oscuros en un partido que se podía haber ganado fácilmente. Pero con un equipo que no defiende los balones colgados, un rival muy sucio**, un árbitro más que permisivo y un entrenador miedoso, no hay nada que hacer.
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PS - El Depor debe volver a Primera. ¿O acaso no encuentran similitud con el Villarreal el año pasado? Lendoiro, se te ve el rejo...

*Entiéndase que hablo de equipillos hechos entre colegas para jugar contra la UD.
**Quiero decir que eran muy sucios por su forma de juego. Sus patadas y  levantadas amilanaron a la UD.




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