17 de agosto de 2013

Post Partido UD Las Palmas - R.C.D. de La Coruña [0-1]



Se levantó el telón de la nueva temporada para la UD Las Palmas con derrota ante el Deportivo de la Coruña. Superaban los termómetros los 30ºC cuando se inició el partido, más el aficionado amarillo era ajeno a lo que el destino le deparaba cuando quejicoso del sofocante calor se vería superado por una, aún mayor, asfixiante impotencia del partido del que sería testigo. El partido tiene múltiples lecturas y ninguna de ellas sería equívoca o inexacta, pero sí incompletas sino se relacionan a todas ellas entre sí porque, inevitablemente, siempre son vasos comunicantes y ninguna de ellas por sí sola explican la derrota.

Barbosa ataja un peligroso balón.
La UD tiene un problema ya conocido que es tener una idea de fútbol a la que ahora todavía no puede llegar a realizar con plenas garantías por carecer de los jugadores para ello. En la plantilla no hay un jugador igual a Juan Carlos Valerón; eje totémico del juego amarillo en este 2ª proyecto de Sergio Lobera. Hay jugadores que son capaces de acercarse al nivel de juego del excelso mediapunta amarillo, pero cuando no lo logran se logra conseguir aislar la excelencia personificada de un conjunto de buenas intenciones voluntariosas y aplicadas, pero totalmente romas e ineficaces. Nauzet y Momo son los mejores ejemplos de quienes tienen que acompañar a Valerón como conductores del caudal futbolístico del veintiuno amarillo, y en la tarde de hoy no lo consiguieron. El jugador de Arguinegüin dio una muestra de paredes, pases al hueco por alto y por bajo  con precision milimétrica que buscaban siempre la espalda de la zaga gallega y con la intención de dejar en ventaja a sus compañeros. El fichaje estrella de Miguel Ángel Ramírez ha dejado claro hoy que está en una forma física idónea para realizar su juego mientras se desplace por su área de influencia, realizando los descansos activos pertinentes y los esfuerzos físicos mínimamente necesarios mantuvo la frescura que necesita su fútbol. Cabe destacar el buen hacer de Vicente Gómez que ha recuperado la confianza de Sergio Lobera cuajando un buen partido como escudero de Valerón, siempre atento al corte y distribuyendo la pelota con criterio. 

Valerón vigilado por la defensa gallega
Los mejores minutos de la UD, los primeros treinta aproximadamente, fueron aquellos en los que los Tato, Máyor (con mucha movilidad pero totalmente inofensivo de cara a puerta), Nauzet y Momo se ofrecían y se asociaban alrededor del pase y control de Valerón. Desde que se perdieron en jugadas enrevesadas, regates a ninguna parte, pérdidas de balones, etc... la influencia de Valerón fue menor, mientras el Deportivo respiraba aliviado y retomaba fuerzas. Entre medias, Atouba, uno de los mejores jugadores de la pretemporada, y que estaba cuajando un muy buen partido, sufrió una dura entrada de Culio (no confundir con Coolio, el rapero americano, pero igualmente de "mente peligrosa") que dejó al lateral zurdo fuera de juego. Lo intentó el técnico jugador camerunés pero le fue imposible, siendo sustituido por Xabi Castillo. Una vez más el respetable demostró el aprecio y cariño que le tiene a este jugador brindándole una gran ovación en su retirada a los vestuarios. 

Con poco más se llegó al descanso con el resultado inicial inalterable aunque de por medio se habían ido cambiando las tornas. De un dominio amarillo a un leve control del partido por parte gallega. El equipo de Fernando Vázquez había dejado de sufrir para comenzar a estirarse llegando en un par de ocasiones al área amarilla con disparos, entre otros, de Arizmendi. Una vez más Barbosa se erigía en la primera parte como salvador en otra tarde de fútbol. No obstante, al poco de volver del entretiempo,  un córner pitado en contra a la UD que no era, propició el error en la salida de Barbosa que dejó el gol en bandeja a Insua. El Deportivo se encontraba con una renta favorable de forma inesperada y que tendría que defender con intensidad al quedarse poco después en inferioridad por expulsión de Culio. Con generosidad en el esfuerzo, excesiva dureza, permisividad arbitral y ayudados por la inoperancia amarilla los gallegos lograron llevar a buen puerto los planteamientos tácticos que propuso su técnico. Un equipo muy de Fdo Vázquez: arropados atrás, serios defensivamente, sin concesiones, intempestivos y buscando la ventaja en el error ajeno (tanto del otro equipo como del arbitral).

Momento del penal de Lux a Tato.
Una de las aristas más incómodas de analizar de este encuentro es sin duda la actuación arbitral. No es gusto de esta casa fijarnos en demasía en el desempeño del trencilla de turno pero hoy, y muy a nuestro pesar, la actuación del andaluz Figueroa Vázquez ha sido bastante lamentable. No sólo porque sus decisiones fueran lesivas para los intereses de la UD, sino porque dio muestra de incompetencia arbitral difícil de explicar. Se lució aplicando diferentes varas de medir según el color de la camiseta o el sector del terreno de juego que le despojaban de toda credibilidad. Dio pie a situaciones que rozaban el absurdo cuando pitaba de forma diferente situaciones idénticas que se producían casi de forma consecutivas, pitó faltas inexistentes o jugadas que no se dieron como el córner que provocó el gol deportivista. Además permitió durante mucho tiempo la excesiva dureza gallega como en la jugada donde Culio lesionó a Atouba. Pero sin duda el punto negro, a parte del tristemente famoso córner, fue el penal no pitado a Lux que derriba a Tato en el área cuando se interpone en la trayectoria del menudo delantero amarillo sin intención de disputar la pelota. 

El público se impacientaba en la grada entre la impotencia de sus jugadores, la ineptitud arbitral, el desempeño gallego, y para colmo Sergio Lobera provocó la incredulidad entre el aficionado amarillo cuando, aún con ventaja numérica (Xabi Castillo sería expulsado más tarde por doble amarilla) realiza un cambio inexplicable sin lesión de por medio. Dio entrada al debutante Galán por un desacertado Aythami que en ese momento se había asentado y calmado sus nervios. También debutó el búlgaro Delev en sustitución de un desacertado Máyor pero su participación fue testimonial ya que no llegó a provocar excesivo peligro en la portería del Poroto Lux. Al final del partido el público demostró su descontento con pitos que deben provocar alguna que otra reflexión en la planta noble del Estadio de Gran Canaria. El nivel autoimpuesto de exigencia marcado es alto y de momento se da muestras de estar muy lejos.

Insua remata a gol tra el fallo de Barbosa (Canarias7.es)
Mal comienzo de temporada por tanto para la UD Las Palmas que muestra sus carencias de la peor forma ante su público. Se confirma la necesidad imperiosa y urgente de fichar jugadores que tapen los tremendos agujeros de una plantilla incompleta que además no ha disfrutado de una pretemporada idónea que le preparase para el comienzo del campeonato. Por segundo año consecutivo la UD Las Palmas tendrá que realizar la verdadera pretemporada en plena competición liguera, el objetivo es por tanto evitar perder la menor cantidad de puntos posibles. Esta situación viene en parte provocada por la economía de austeridad impuesta en la institución que afecta al proyecto deportivo del primer equipo, control económico necesario para la viabilidad de la institución pero que tiene por contra estos condicionantes. 











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