El partido arrancó igualado, con acercamientos de los dos equipos, pero solo fue un espejismo porque la UD dominó claramente todo el partido.
Un error de Adán en un pase lo aprovechó Remy para que los amarillos tuvieran la primera del encuentro. En el 9' llegó la primera gran ocasión del partido; una cesión, en un pase de Amat al portero que Adán detuvo, irreglamentariamente, con las manos. La jugada se resolvió con un barullo en el área en el que Viera disparó y el rechace llegó a Tana acabando el balón en córner, pero la inercia y la intención de la UD era otra. La presión amarilla a la salida de balón del Betis provocaba fallos en los andaluces y, realmente, la UD estaba bien plantada en el campo.
Una triangulación entre Tana y Viera acabó en Jonathan Calleri que cuerpeando con el defensa y disparando, aunque mordido, anotaba el que sería el gol que valdría los tres puntos. Refrendaba el equipo sus buenas maneras. El equipo, concentrado, serio, atajando cualquier atisbo del ataque andaluz con Bigas y Lemos atentos, rápidos, distintos, tal vez, como si la dirección del viento tras las últimas decisiones hubiera cambiado la emoción del equipo.
La primera media hora podríamos decir que fue casi la mejor de la temporada -no era muy difícil tampoco- la UD dominaba, concentrada y el Betis se mostraba demasiado horizontal. Un remate de Vicente de cabeza salió fuera y la UD rumiaba el segundo. Un robo de Viera acabó en un centro a Tana que no vio a Remy, solo, a su izquierda, y ahí se perdió otra oportunidad. Pero la sensación era otra. Sin duda.
En el 50' una contra del Betis acabó en un disparo al palo corto de Joaquín. Un minuto después una jugada trenzada de la UD acabó en un remate cruzado, pero alto de Calleri. Remy, que seguía tratando de generar por su banda estuvo cerca de ganar el duelo con su defensa en varias ocasiones y el segundo se olía.
Viera asumía galones, Macedo subía la banda como no se recordaba, sin cortapisas, con el motor encendido. Tana, involucrado en el juego, atento, combinativo y arriba Calleri, trabajando, como siempre, pero asistido.
Una falta en la frontal lanzada por Lemos que el árbitro no debió parar, dando la ley de la ventaja, cuando ya el balón olía a gol se sumaba al listado de ocasiones de una UD distinta, enfocada hacia la victoria.
El Betis provocaba cierto peligro en contraataques que, aunque generaban ciertos desvelos por la situación clasificatoria no acababan en gol como tanto ha sucedido este año, pero este equipo, hoy, estaba en la ola buena.
Un centro de Tana fue dejado con el pecho por Calleri y Viera remató a la primera sin sorprender a Adán. La UD se gustaba, pero el segundo gol no aparecía en el tanteo y así siguió todo el partido.
El tesón y la seriedad amarilla hizo hoy el resto. Todo lo que había faltado en días atrás, sin estridencias, como hacía tiempo que no sucedía. Por fin. La UD suma tres puntos con Paquito Ortiz en el banquillo, diez jornadas después y se pone a dos puntos de salir de la zona caliente con el partido en Álava el próximo viernes y el nuevo entrenador, Almirón, en teoría, a punto de llegar a la isla.
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