Carlos Moreno Chavanel | Como veníamos reclamando desde hace tiempo, no era tan
complicado poner a los “jugones” juntos en once titular y apostar por la
identidad marcada del equipo y por lo que lo ha hecho reconocible a nivel nacional.
Con solo un partido en el banquillo y sin tener el título de entrenador,
Paquito acertó de pleno en su propuesta y supo aprovechar las potencialidades
de su equipo. Como él mismo dijo en la rueda de prensa posterior: “Hemos sido
el equipo que podemos ser”.
Sin duda, esta frase del míster lo resume todo. Cada uno de
los jugadores dieron lo mejor de sí a través de un sistema reconocible, con
Javi Castellano y Vicente actuando a la vez en la faceta defensiva y creativa
en la medular. Ahí se le empezó a ganar la partida al Betis de Setién. Lejos de
apostar por la destrucción y esperar a verlas venir, como venía haciendo
Ayestarán, Paquito adelantó las líneas de los suyos 20 metros. Un equipo
sólido, muy juntito, fuerte en la presión y con un paso al frente de los
jugadores importantes, asfixió al centro del campo de Betis desde el minuto 1.
El partido fue el reflejo de la trayectoria de Paquito,
trabajando desde la humildad para conseguir el resultado favorable. Un partido
que aleja fantasmas, ya que desde septiembre no se conseguía la victoria.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta con la elección de
Paquito en el banquillo fue la reconciliación equipo – grada. El ambiente en el
estadio venía muy viciado con las continuas declaraciones y salidas de tono de
los jugadores y de Pako Ayestarán, que en ocasiones parecía vivir en una
realidad paralela. Sin embargo, elegir a alguien de la casa para este crucial
partido fue una gran elección y así se vio en el ánimo de los nuestros y de una
afición volcada, como hacía que no se veía.
Este es el camino que debe seguir el equipo. No era tan difícil.
Una pena que se le diera tanto tiempo a un Pako que vive de tiempos pasados,
pero que es incapaz de leer un partido en condiciones. El partido en
Medizorroza se antoja vital para confirmar estas sensaciones que comentamos a
la espera de la llegada del nuevo entrenador Jorge Almirón. ¡Pío Pío!