Por Nauzet Robaina
El vestuario de Las Palmas Atlético vuelve a sonreír tras encadenar su
segunda victoria consecutiva, que le da alas para soñar con salir de la zona
roja de la clasificación. En esa nueva alegría del filial el pasado domingo,
fue protagonista un jugador que no para de tocar la puerta del primer equipo.
De hecho, lleva tanto tiempo haciéndolo que podría decirse que casi vive en el
rellano esperando a que le den la oportunidad definitiva.
Benito Ramírez
del Toro (La Aldea de San
Nicolás, 11 de julio de 1995) está en un momento de juego tremendamente dulce.
El extremo Las Palmas Atlético es uno de los futbolistas en mejor forma del
equipo y este fin de semana lo demostró con un gol en el que puso en virtud
varias de sus cualidades: velocidad, potencia, desborde y definición. Un tanto
que sirvió para aumentar la renta del conjunto amarillo y para aumentar su
racha goleadora a nivel particular, ya que en los últimos choques está
encontrando portería con facilidad.
Hablar de Benito es hacerlo de una de las
mejores zurdas que ha habido en la cadena de filiales de la Unión Deportiva Las
Palmas en la última década. Extremo a la antigua usanza, de los que viven
pegado a la línea de cal, el futbolista aldeano destaca, fundamentalmente, por
su velocidad y capacidad para el regate. Además, posee un gran golpeo a balón
parado del que ha hecho gala esta temporada anotando varios goles de libre
directo. Se trata de un jugador que lleva mucho tiempo llamando la atención,
aunque las lesiones lastraron su progresión hace algunos años. No obstante, en
las dos últimas temporadas, Benito ha encontrado la continuidad, está mostrando
su mejor versión y son muchas ya las voces que piden su ingreso definitivo en
la plantilla profesional que compite en Primera División.
Llegó en edad cadete a la disciplina de la Unión Deportiva Las Palmas,
procedente del San Nicolás y, desde entonces, siempre ha sido uno de los
jugadores destacados en todos los equipos de la base en los que militó. Quizá
su momento más álgido llegó a sus 18 años, cuando aún siendo juvenil, Víctor
Afonso contó con él para formar parte de la plantilla de Las Palmas Atlético en
Segunda División B. Aquel curso 2013/2014, Benito tuvo muchísima participación,
pero una inoportuna lesión – que le tuvo apartado durante casi medio año de los
terrenos de juego – le impidió disfrutar de la recta final de la que aún hoy es
la mejor temporada histórica del filial de la UD.
Tuvo que esperar con paciencia hasta que la recuperación fue completa
para volver a pisar la hierba nuevamente y cuando por fin lo hizo defendía los
colores amarillos en categoría regional jugando con Las Palmas C. Poco a poco
fue mejorando sus actuaciones y a partir de la campaña 2015/2016, con Mingo
Oramas al frente, regresó a la disciplina de Las Palmas Atlético donde ha
permanecido hasta nuestros días.
Su gran nivel de juego en las últimas temporadas, le han llevado a ser
un asiduo en las pretemporadas del primer equipo, con el que ya ha debutó en
Primera División de la mano de Quique Setién, y ha tenido minutos en la máxima
categoría a principios de esta campaña bajo las órdenes de Manolo Márquez.
Ahora, cuando se encuentra en su mejor momento de forma y coincidiendo con que
la situación en el plantel profesional no es idílica, son muchas las miradas
que apuntan a Benito como alternativa. Mientras tanto, y porque parece muy
improbable que eso suceda, seguirá siendo una de las principales armas de Juan
Manuel Rodríguez para intentar salvar la categoría para el filial.