6 de febrero de 2017

CRÓNICA || FRENAZO AMARILLO EN GRANADA


El partido arrancó con un Granada CF impetuoso presionando la salida del balón amarillo y, por momentos, en el primer tramo del primer acto lo consiguió. La UD jugaba, por decisión de Setién sin Roque y con Vicente y Montoro a los mandos y el equipo lo notó. Se notaba en el ambiente que el equipo nazarí se jugaba la vida y la UD se fue desperezando de una manera que ya empieza a ser una rémora habitual: igual que en Pamplona o que en Vitoria, acarajados, que diría el míster. 

Un error doble en una salida, con la defensa saliendo y desajustada, permitió que Andreas Pereira, aprovechase un balón suelto, en el aire, y de una preciosa volea marcó el primero de fuera del área. Golazo y a remar, como otras veces.

Previo al gol, Míchel Macedo recibió un pisotón y posteriormente al tanto, el brasileño fue sustituido por David Simón. La UD trataba de jugar, trataba de sobar el balón al modo que nos tiene habituados, pero el Granada frenaba cualquier opción mediante faltas reiteradas. Aún con todo, el empate pudo llegar en un remate acrobático de Boateng o en sendos remates de Bigas, uno en una incorporación al ataque tras pase de Viera y otra en una acción ensayada en un córner. 

   
La segunda parte empezó con la UD con la inercia con la que lo había dejado. Un tiro de Vicente desde fuera del área, seguido de dos opciones para el Granada de Ali Mallé y Adrián Ramos sirvió de entrante de lo que vendría: la segunda parte, en especial el último tramo y tras la entrada de Jesé y Halilovic y la salida de Vicente Gómez, se convirtió en un 'correcalles', con ambos equipos tratando de marcar, pero sin poder hacerlo ninguno.
 
Jesé  Rodríguez, flamante fichaje amarillo, pudo marcar en dos ocasiones, pero erró; dejó detalles, su conexión con Viera puede hacer estragos, pero hoy no pudo ser


Mal partido de la UD, especialmente el arranque, que impide al equipo seguir escalando en pos de un sueño que, si se quiere conseguir, este tipo de partidos deben ser un mal recuerdo y no parte del paisaje. 

Frenazo, pero no descarrilamiento. Seguimos.  





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