Febrero aciago para los pupilos de Setién al concatenar ayer la cuarta derrota consecutiva en un mes para olvidar en lo que a resultados se refiere. Sin embargo, la UD no defraudó ante un rival de su misma especie, cuando el contendiente quiere también jugar al balón los amarillos suelen salir beneficiados. Así fue, dominando el esférico, tejiendo jugadas y -al igual que ante el Sevilla- acumulando méritos suficientes para haber ganado a un conjunto que aspira a rascar algo de Champions. De esta forma el conjunto txuri urdin, acostumbrado a llevar la batuta de los partidos, se resignó a esperar y supo hacerlo. Los de Eusebio Sacristán estuvieron bastante sólidos atrás, sin renunciar a encarnar peligro en contragolpes cargados por el diablo. Sin embargo, no fue con una contra si no con un mal pase de Varas -hasta poco falla con lo que se la juega- cómo consiguieron imponerse los donostiarras. Otra derrota en la que se mereció mucho más, la segunda consecutiva en un estadio donde hasta hace dos semanas no se claudicaba desde el pasado marzo. Después de este invierno malo esperemos que venga una buena primavera y no nos quedemos buscando una lágrima en la arena...
Pagafantismo crónico. No hay mejor analogía para la UD que la del Pagafantas, eso sí uno de los buenos, de los que de verdad la chica quiere que la acabe conquistando, pero este aunque sepa entretenerla, divertirla y hacerle reír, es incapaz de tener la contundencia y seguridad suficiente en los momentos claves. Esos instantes son esos metros finales en los que, la falta de mordiente, a veces de suerte, muchas la aparición del portero de turno -ayer un gran Rulli- y otras la incapacidad para tomar la decisión correcta en el momento preciso, hacen que la suerte haya vuelto a sernos esquiva. Ayer la inclusión de Tana en el once aportó empaque al medio campo amarillo, vertiginosidad al ataque, trabajo en labores defensivas y celeridad a la circulación de balón, olvidando su desacertada actuación en Granada y recordando al Tana del curso pasado o del principio de este.
Sigamos cosechando méritos en la búsqueda del gol. Como bien acuñaba el Loco Bielsa, las conclusiones deben hacerse en base a los méritos y no a los resultados. Aunque, esta afirmación debería matizarse, pues si los resultados son adversos es porque hay algo que no se está haciendo del todo bien. Ese algo son las concesiones puntuales en la retaguardia y la falta de pragmatismo para encontrar portería. Un gol en cuatro partidos y que éste haya llegado a balón parado es bastante esclarecedor, porque por oportunidades no ha sido. El hecho de no jugar con una punta nato no debería ser obstáculo para hacer gol con mayor asiduidad, aunque obliga a que haya mayor compenetración entre los componentes del tridente de ataque para que la zona caliente siempre esté cubierta. Me viene a la mente una ocasión de Tana en la primera parte en la que faltó un hombre colocado en el lugar preciso y hubo alguna más parecida. En otras el compañero si estaba pero no se consiguió combinar con el que estaba en mejor posición para alcanzar el tanto.
Las piezas del puzzle acabarán encajando. Citando otra vez al autor de la canción que da título a esta contracrónica: En momentos oscuros palmadita en la espalda y estoy más seguro. Ahora no podemos obcercarnos con el gol y los resultados, debemos seguir persistiendo en nuestra idea sin obviar los factores que nos han hecho no puntuar el último mes. Hay que tener paciencia para que se sigan creando automatismo entre los componentes del trinomio formado por la JVC. Respecto a Jesé, es una radiografía certera de la UD actual, casi siempre merece más, ayer cuajó un buen partido con desparpajo, desgaste en la presión y esos cambios de ritmo que tanto demandaba el ataque amarilo. Sólo le falta mas confianza y esa marcha de más que acabará alcanzando. Ahora volverá a la casa donde se formó, con la mente puesta en que las sensaciones se conviertan en goles -ya sean suyos o de sus compañeros- y firmar una gran actuación en el Coliseo Blanco, donde todo tiene mayor repercusión. Eso ayudaría mucho para olvidar cuanto antes este febrerillo loco y comenzar un mes de marzo que esperemos sea igual de bueno que el del año pasado.