Suele decirse en el argot futbolístico que no hay labor más oscura y
menos reconocida que la que realiza el centrocampista defensivo de un equipo.
Normalmente alejados de los titulares en las crónicas, difícilmente destacados
por su actuación tan lejos de la portería rival y con un trabajo tan
sacrificado en la parcela ancha, los jugadores de este perfil son, en muchos
casos, contrarios a convertirse en protagonistas de los partidos. No obstante,
este lunes la sección del canterano de la semana está dedicada a un futbolista
de esas características que sí está siendo actor principal en los partidos que
disputa, incluso en la faceta goleadora. Sin ir más lejos, un gol suyo
significó el triunfo del Juvenil División de Honor el pasado sábado.
Gabriel Duchement Salazar (Las Palmas de Gran Canaria, 7 de febrero de
1999) es una de las piezas claves del Juvenil A de la Unión Deportiva Las
Palmas, que actualmente lidera en solitario el grupo canario de la División de
Honor. Al menos, así lo muestra el registro de alineaciones que ha utilizado
Juan Germán Jiménez desde el inicio de campeonato, dando continuidad a un
esquema reconocible en el que Duchement se ha hecho un lugar fijo con el paso
de las jornadas.
Hablar de Gabriel Duchement es hacerlo de un centrocampista de corte
defensivo, que habitualmente actúa como único pivote en el esquema 4-3-3, pero
que reúne muchas más condiciones que las de un stopper al uso. Más allá de sus condiciones defensivas y del buen
desarrollo físico que se le presume al verle jugar, Duchement tiene unas
considerables aptitudes técnicas. Así pues, reúne ambos perfiles: roba y pelea
duelos aéreos en fase defensiva, pero también es importante en el trato de
balón ya que cuenta con buen pie para ser unas de las primeras opciones en
salida de pelota y tiene un notable desplazamiento en largo, que utiliza con
asiduidad en busca de los extremos a espalda de los laterales rivales. Quizá su
mayor debe se encuentra en la velocidad de giro en transiciones rápidas, pero
habitualmente lo solventa con un buen posicionamiento sobre el terreno de
juego, dentro de la exigencia que tiene la categoría.
Foto: ©GeloHdez |
Formado en las categorías inferiores del Universidad de Las Palmas y con
un importante paso por el Atlético Gran Canaria, el pivote llamó la atención
sobremanera en categoría cadete y fue citado por el combinado autonómico en
categoría sub-16. Posteriormente, Las Palmas lo incorporaría a su cadena de
filiales en su primer año de juvenil, en el que alternó participaciones con el
Juvenil C y con el Juvenil B, en categoría Preferente. Al año siguiente, ya
como miembro del equipo B y bajo las órdenes de José Ramón Armas, se consolidó
como uno de los mediocentros con mayor proyección de la base, e incluso,
disputó encuentros en División de Honor, categoría en la que ahora milita y
empieza a lucir sus dotes.
Una de esas cualidades que recientemente brillan con mayor intensidad es
su golpeo a balón parado, que ha proporcionado varios réditos importantes en
los últimos choques. Ante el Playas de Sotavento, anotó un doblete con un gol
de libre directo desde la frontal y un lanzamiento desde el punto de penalti, y
el pasado fin de semana anotaba su cuarto tanto del curso con otra falta
frontal bien ejecutada que sirvió para dar el triunfo ante un combativo San
José.
En una cadena de filiales de la que florecen mediapuntas y extremos a
mansalva, la aparición de un jugador con un perfil como el de Gabriel Duchement
supone una novedad para tener en cuenta. Un mediocentro defensivo que está
siendo protagonista por su multifuncionalidad.