Nadie se explica aún en la isla el once propuesto por el técnico vasco para el enfrentamiento contra el Celta. Dejar en el mismo banquillo a Vitolo, Vicente, Lemos, Remy y Dani Castellano sólo se explica si un extraño virus ha invadido a la vez a los cinco cracks amarillos o si las lesiones los han castigado de manera abusiva, en cuyo caso lo lógico es que no vengan ni convocados. Si a esto le unes el hecho de que el defensa en mejor forma de los amarillos, Ximo Navarro, se quedó misteriosamente fuera de la convocatoria pues encontramos un cúmulo de preguntas sin resolver dirigidas todas hacia la misma persona: Pako Ayestarán.
Remy demostró, además, la
incoherencia de los actos de Pako
saliendo en la segunda parte y dejando claro que, mientras esté disponible,
este habilidoso jugador francés tiene que jugar todos los minutos que sean
posibles. Anotó su tercer gol como amarillo y a punto estuvo de clavar otro que
Sergio sacó in extremis con la parte anterior de su pie. A este repertorio rematador añadió también
dos jugadas nacidas desde banda izquierda que a punto estuvieron de tener mejor
fin si el galo hubiera visto en una de ellas a Viera para darle el pase de la
muerte. Sin duda, el único jugador que
se salva de los amarillos.
A Borja Herrera le tocó la patata
caliente de parar al último máximo goleador español de la Liga y, a decir verdad,
lo pasó bastante mal. Su banda, también defendida “supuestamente” por Momo, fue un coladero para el ataque
celtiña, que eligió esa autopista para conducir el balón que les llevaría a
conseguir los dos primeros tantos. Poco favor le hizo Ayestarán al canterano
dejándolo tan expuesto frente al internacional gallego, máxime teniendo en el
banquillo a un Dani Castellano curtido ya en mil batallas de esta calaña.
Remy fue lo mejor de la 2ª parte y además anotó su el 2-5 definitivo. Foto: ©LFP.es |
No hay que dejar de hablar
también de Leandro Chichizola. El argentino alterna enormes actuaciones, como
las cuajadas ante Barcelona y Athletic, con otras totalmente desastrosas como
contra el Atlético o la de ayer. No es
posible que un equipo remate siete veces a puerta y anote cinco goles, sobre
todo cuando el arquero comete tremendos fallos como en el segundo gol
metiéndose él mismo el esférico en la portería propia cuando el balón no iba
dirigido a gol.
Con todos estos tintes, la
sensación de angustia y desazón invade actualmente a toda la parroquia
amarilla, cuya única esperanza es el hecho de que en fútbol todo es efímero y
tremendo bochorno tiene opción de cura si el representativo logra algún botín
de su visita a Villarreal del próximo domingo. Mucho tendrá que reflexionar
Pako Ayestarán y sacar conclusiones de este partido, sobre todo a la hora de
aplicar una máxima en el fútbol: “Los mejores siempre tienen que estar en el
once”.
Foto portada: ©LFP.es
Borja Herrera es uno de los más señalados, sobretodo en los dos primeros goles. Foto: ©LFP.es |
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