El debate está en las redes sociales y en la calle desde el momento que Vitolo se dejó caer dentro del área para forzar un penal en contra de la UD Las Palmas, equipo del que es canterano e hincha. Desde ese momento la figura del jugador se ha visto en medio de un agitado debate donde las posiciones están bien polarizadas.
Unanimidad por todas las partes en reprobar su acción, pero algunos van más allá y ven en la jugada una acción desleal, una traición no sólo al fair play sino al "equipo de su vida". En pocos días ha pasado de formar parte del imaginario colectivo de una UD Las Palmas con Roque Mesa, Viera, Silva y Vitolo a caer a los infiernos de una gran cantidad de aficionados amarillos.
CARA (por Víctor M. Tavío )
Amigo Rafa, ya se que es muy difícil este ejercicio de imaginación pero me gustaría saber la opinión de toda la parroquia amarilla si esa misma jugada, en ese mismo minuto y con esa misma repercusión hubiese sido en el área sevillista y los protagonistas hubieran sido Livaja y Rami. Seguramente la inmensa mayoría de aquellos que ahora atacan al bueno de Vitolo estarían poniendo en un altar la inteligencia y la picardía del croata - al cual, por otro lado, también le gustan mucho este tipo de acciones -. En este mundo actual del fútbol profesional en el que, como bien decía nuestro compañero Fran Artiles, el romanticismo cada vez tiene menos cabida, el "otro fútbol" que tan bien practican jugadores como Diego Costa, Sergio Busquets o Marcelo tienen, por suerte o por desgracia, la misma eficacia que asiduidad.
Y la seguirán teniendo hasta que los altos estamentos establezcan alguna solución de la cual ya estamos observando algunos esbozos. Y es que si un cuarto árbitro con abundantes recursos tecnológicos pudiese "re-arbitrar" la jugada en cuestión, hubiese dejado sin valor la decisión de Martínez Munuera desde la primera visualización de la repetición y, además, hubiese sentenciado al canario con tarjeta amarilla - Resultado = Justicia -. Hasta ese entonces, y desde mi humilde opinión, no cabe ningún reproche para la acción de Vitolo pues simplemente defiende con todos sus recursos posibles un escudo y a una afición que es a la que actualmente se debe. A partir de ahí, que el rival haya sido la Unión Deportiva no deja de ser una anécdota, pues un buen profesional no cambia su modo de jugar al fútbol en función del rival que tiene enfrente, aunque sea, como este caso el club de sus amores.
Por tanto, vamos a dejar los camisismos y escudismos a un lado y vamos a valorar la acción de un jugadorazo como es Vitolo de manera más objetiva.
Que el jugador intenta engañar al árbitro como ocurre veinte veces en cada partido, pues sí. Que el árbitro es el que falla incomprensiblemente cuando tiene una visión perfecta de la jugada y tiene, además, la ayuda del linier, pues también. Por tanto, centremos las iras en la poca calidad del juez de la contienda y en como se dejó llevar por aquel fenómeno que Valdano definió como "miedo escénico" y dejemos a Vitolo tranquilo, pues no hizo nada que en su mismo lugar no hubiera hecho algún jugador de nuestro equipo.
CRUZ (por Rafa Navarro)
Vaya por delante que ni en este ni en ningún caso están justificados los insultos. Ni siquiera cuando insultamos a los nuestros en nuestro propio campo (y no suelo escuchar críticas a estos últimos insultos).
Pero criticar a Vitolo por lo que hizo me parece de lo más legítimo. Yo espero algo más en el deporte. Vitolo en la jugada arrolla por detrás a Bigas (que no cae) y se tira al suelo. Además se duele amargamente en el suelo cuando no recibió ningún golpe. Esto en el deporte es trampa. Y la critico cuando la hacen los nuestros también.
Si en los últimos años hemos seguido los éxitos del Sevilla es porque allí está Vitolo, y no porque sea un profesional del Sevilla sino porque es uno de los nuestros.
El hecho de que Vitolo sea Canario y proceda de la UD Las Palmas hace que me duela más. Entendería que celebrara los goles del Sevilla (ahí sí entiendo el argumento de que es un profesional) pero esto no lo entiendo, o mejor dicho lo critico. Y creo que merece las críticas de la afición de la UD Las Palmas. Este tipo de acciones antideportivas deberían estar más castigadas por el reglamento y por la afición y en este último caso tanto cuando nos perjudica como cuando nos beneficia. No me gusta los delanteros busca penaltis. No sigo el deporte para ver cómo mi equipo gana un partido por tirarse al suelo uno de los nuestros haciendo trampas. No me alegro, no salto de alegría con la victoria. Eso no es fútbol, ni deporte. Prefiero un equipo en segunda del que me sienta orgulloso que un equipo en primera haciendo trampa.