10 de octubre de 2016

OPINIÓN || ROQUE OLSEN, LA UD LAS PALMAS Y YO



Redacción | El tuitero @RoqueOlsen comienza hoy a colaborar con GradaCurva.com ofreciendo, como desde hace meses en esa red social su opinión y su análisis sobre lo que acontece alrededor del universo de la Unión Deportiva Las Palmas. Para comenzar, nos trae este artículo de presentación con el que saluda a los lectores de este portal.

Inicio en este parón liguero por los partidos internacionales de la selecciones absolutas mi colaboración con la web Gradacurva.com. Estaré encantado de aportar mi granito de arena en la dinamización de este portal que me abre sus puertas y me permite hasta sentarme, incluso, dándome un espacio y un altavoz con el que poder expresar mi opinión y mi análisis sobre todo aquello que acontezca en la actualidad de la Unión Deportiva Las Palmas.

Firmaré mis colaboraciones con mi Nick de Twitter: @RoqueOlsen, animándoles a seguirme en esa red social, donde precisamente lo que hago cada semana es comentar asuntos referentes al deporte canario. Fundamentalmente de los dos principales representativos del fútbol y el baloncesto en Gran Canaria.

Elegí este nombre para mi perfil en la red social de los 140 caracteres, porque como aficionado a la Unión Deportiva desde pequeño, aquel señor argentino marcó para siempre mi manera de entender el fútbol. El balompié tiene mucho de estrategia, de técnica, de experiencia… Pero también de fe y corazón. O coraje. O pelotas. Llámenlo como quieran. Pero Roque Olsen era todo eso junto.

Quien fuera jugador de fútbol en la liga española (1950-57 en el Real Madrid y entre 1957-59 en el Córdoba CF) así como entrenador de múltiples equipos durante más de 30 años, terminó su carrera precisamente en la Unión Deportiva Las Palmas en 1992, teniéndose que retirar en la fase final de una larga enfermedad que finalmente acabó con su vida el 15 de junio de ese mismo año en Sevilla. Murió frente al televisor, viendo un Francia-Inglaterra de la Eurocopa de Suecia. Así era Olsen.

Sólo Sinibaldi tiene más partidos como entrenador en la historia de la Unión Deportiva. Roque Olsen dirigió al equipo amarillo hasta en cuatro ocasiones. Fue el entrenador que en 1977 nos clasificó para la UEFA, el techo histórico deportivo del equipo.  Al finalizar la temporada 1990-91 no se le renovó y se apostó por otro entrenador argentino que llegó con la intención de comenzar un proyecto de ascenso que resultó un fracaso absoluto: Miguel Ángel Brindisi. Tras trece jornadas sin conseguir la victoria, Brindisi fue despedido y volvió de nuevo Olsen, enfermo ya de cáncer de huesos. Pero nada le impidió seguir ejerciendo en esta última etapa de su vida.

Las Palmas en última posición. Jornada catorce. Jugamos fuera de casa y conseguimos un meritorio empate a uno tras unos pocos días de Roque Olsen entrenando en Barranco Seco. Estábamos demasiado acostumbrados a perder siempre. Aquel empate fue una alegría. Tras esto llegó el milagro. Seis victorias consecutivas que auparon al equipo hasta el puesto 12º de la liga. Pero no de cualquier manera. Con buen fútbol, jugando bien, siendo superiores, dominadores de los partidos. Roque Olsen demostró que la teórica peor plantilla de aquel año, absolutamente deprimida tras tres meses sin conseguir ni una victoria, con confianza y con el coraje que Olsen ponía en los entrenamientos (así como en las charlas de vestuarios, que fueron famosas en el club por su energía, su pasión y sus gritos. Allí temblaba hasta el misterio, según contaban) era capaz de cualquier cosa. Muchos se atrevieron a afirmar que si la enfermedad no hubiera acabado con él tan pronto (tenía 66 años) aquel año la UD podía haber luchado por el ascenso.

Pero no pudo más. Tras entrenar en barranco seco sentado en una silla junto a sus muletas, su cuerpo y su mente no pudieron prestar ni un día más de servicio profesional al fútbol. Tras su marcha el equipo volvió a hundirse en la última posición de la tabla donde permaneció hasta culminar con el primer descenso a 2ªB de la historia del club. No sé si fue más triste el descenso o la muerte de aquel hombre de fútbol. O todo lo que sucedió después, que casi significó la desaparición de la  Unión Deportiva como entidad deportiva.

Afortunadamente todo eso quedó atrás. El presente del equipo amarillo es esperanzador y todos estamos disfrutando del juego y de Quique Setién. Que tiene mucho en común con Olsen. Mucho. El control del juego, la estrategia, la motivación y la confianza en los jugadores. Una plantilla en la que todos cuentan y en la que ha sido capaz de convertir en estrellas a los que hasta hace muy poco no contaban con el apoyo del club ni de los múltiples entrenadores que por aquí pasaron. Afrontamos una época feliz, con los pies en el suelo. Y si me lo permiten lo haré junto a ustedes en este portal al que agradezco una vez más su acogida.


Nos leemos. ¡Arriba d’ellos!

Foto portada: Canarias7.es




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