Una de las máximas de este deporte dice que el fútbol es cuestión de rachas. Todas tienen un principio, un fin, y entre medias, excepciones que confirman la regla (o la racha). Llegaba la U.D. a esta jornada con números de equipo grande en la parcela atacante, con 16 goles acumulados en las siete jornadas precedentes (solo superado por Barça y Real Madrid -ahí es nada-) y el mejor porcentaje de acierto de cara a gol de Primera División (28%). Además, el equipo de Quique Setién había marcado al menos un gol en todos los partidos disputados hasta la fecha. Todo era propicio pues para que en casa se engrosaran las estadísticas.
Sin embargo, llegó el día (alguno tenía que ser) en el que Las Palmas se quedó sin marcar. Se le mojó la pólvora. Los amarillos vieron puerta hasta en ocho ocasiones sin éxito, algo que por contra no impide repartir las culpas. Y es que un R.C.D. Espanyol irregular se plantó en el Estadio de Gran Canaria en la tarde-noche de ayer para hacer su partido. Consciente de que el balón y el peso del encuentro iban a ser de Unión Deportiva. Quique Sánchez Flores optó por un estilo de juego gregario, poco lustroso, basado en la intensidad defensiva de todo el equipo, abonándose tan solo a las contras para intentar hacer daño. En definitiva, un muro. Ayer se jugó uno de esos partidos difíciles en los que el estilo de posesión, toque y elaboración de U.D. solo se impone si hay acierto en los últimos metros. Y anoche no fue el caso...
Sin embargo, llegó el día (alguno tenía que ser) en el que Las Palmas se quedó sin marcar. Se le mojó la pólvora. Los amarillos vieron puerta hasta en ocho ocasiones sin éxito, algo que por contra no impide repartir las culpas. Y es que un R.C.D. Espanyol irregular se plantó en el Estadio de Gran Canaria en la tarde-noche de ayer para hacer su partido. Consciente de que el balón y el peso del encuentro iban a ser de Unión Deportiva. Quique Sánchez Flores optó por un estilo de juego gregario, poco lustroso, basado en la intensidad defensiva de todo el equipo, abonándose tan solo a las contras para intentar hacer daño. En definitiva, un muro. Ayer se jugó uno de esos partidos difíciles en los que el estilo de posesión, toque y elaboración de U.D. solo se impone si hay acierto en los últimos metros. Y anoche no fue el caso...
No obstante lo dicho, el partido de U.D. en líneas generales fue bueno. Tan habituados como nos tiene a ese fútbol control, por fases mostró pinceladas de su mejor juego, encerrando al rival, pero sin llegar a destapar el tarro de las esencias...No se puede obviar sin embargo que atrás nos ganaron la espalda en varias ocasiones y se generó peligro, felizmente solventado (inconmensurable David García cuando ya todo el estadio presagiaba el gol del Espanyol en una contra). Es la dualidad del fútbol: si Las Palmas hubiera ganado el partido holgadamente estaríamos hablando con mucha más euforia del juego desplegado.
Puestos a profundizar en la falta de gol hoy de U.D., habría que preguntarse si Livaja se está convirtiendo, salvando las distancias, en el Benzemá de Las Palmas: batallador, deja detalles de su clase en cada partido, pero marca menos goles de los que se esperan de un delantero(no marca desde el partido de Valencia). Con una competencia desde los banquillos en horas bajas (Araujo), habrá que confiar en que empiece a ver puerta pronto.
Por su parte, Boateng tuvo en sus botas las dos mejores ocasiones para marcar, convirtiéndose en uno de los referentes de Las Palmas arriba. Se sabe querido, ídolo de la grada, pero todo el mundo espera un Kevin Prince más determinante en el juego y los resultados. Lo mejor de él está por llegar...
¿Alguien se imagina en estos momentos un partido irrelevante o gris de Jonathan Viera? Ayer tampoco fue la ocasión. Estandarte del equipo, con movimientos y pases entre líneas, fue una vez más el jugador más distinguido de cuantos pisaron el verde de 7 Palmas. Como siempre digo, qué pena que Walt Disney no viva para ver su fútbol de dibujos animados...
Toca ya en definitiva empezar a preparar el partido de Villarreal y esperar mejor suerte para una U.D. Las Palmas que frente al Espanyol la mereció. Se transmitieron buenas sensaciones y seguimos invictos en casa...Confiemos en que el equipo retome la senda del gol y la racha realizadora continúe. Jugando de esta manera, no me cabe duda de que así será.
