Un gran gol del francés Loïc Remy dio el merecido premio a todo el trabajo realizado a lo largo de los noventa minutos frente a un Athletic Club que planteó un partido muy serio. Las Palmas ha logrado revertir con su segunda victoria consecutiva, un inicio de temporada nefasto y generando de nuevo ilusión en todo su entorno.
El partido arrancó con un Athletic muy estirado que ejercía la presión alta asfixiando a una Unión Deportiva imprecisa y nerviosa en sus primeros compases, sobretodo Chichizola torpe en el pase y despeje de balones. No obstante, el Athletic tampoco estaba lo suficiente inspirado para generar auténtico peligro sobre el arco amarillo.
En la primera combinación amarilla con criterio, se plantó Halilovic en la frontal con el balón controlado para asociarse con Viera y disparar con violencia al arco donde Kepa tuvo que esforzarse para despejar a córner. Las Palmas comenzó a dominar el encuentro a partir de la sala de máquinas en la medular: Javi Castellano y Aquilani destacaban en el corte y la distribución respectivamente. Por delante de ellos Jonathan Viera repartía asistencias sus compañeros, en especial con Vitolo que voluntarioso demostró no estar aún al 100% en lo físico.
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El Athletic esperaba agazapado a la contra, desde donde, con un fútbol más vertical y aprovechándose de una Unión Deportiva que había dado varios pasos hacia adelante, la sorprendía desprotegida. De esta manera disfrutó de varias ocasiones en botas de Williams que la defensa y Chichizola pudieron despejar. Muchas de las ocasiones que disfrutaron los leones fueron provenientes de errores no forzados, en especia del uruguayo Lemos, lento y desacertado en una gran mayoría de sus acciones.
El infortunio hizo presa en el bando amarillo con la lesión de Halilovic en el minuto 35 tras una fuerte entrada de Raúl García sobre el croata. El árbitro no la consideró ni siquiera como acción punible de falta y aunque el balcánico intentó reincorporarse se volvió a tender sobre el césped mientras pedía el cambio entre la indignación del público. El marroquí Tannane entró por el rubio atacante pero prácticamente no tuvo ocasión de entrar en calor en una fase del partido interrumpida por las asistencias a Chichizola y a Núñez por un choque entre ellos. Se llegó al descanso sin nada más reseñable.
Tras el descanso el partido recuperó el vértigo que había perdido. Un encuentro más atractivo para el espectador que nacía en parte de la inexactitud de los los jugadores de ambos bandos en sus acciones y que generó un correcalle impropio de esa fase del encuentro. Ambos conjuntos tuvieron claras ocasiones de gol, Merino con Williams por partida doble en área amarilla y Calleri sobretodo en el área de los leones. A toque de corneta atacaba la UD en rápidas acciones donde Viera comandaba al galope las ofensivas amarillas que nunca llegaron a buen término por que, una jornada más, Calleri recibía melones en vez de melones.
Márquez introdujo cambios al cuarto de hora la 2ª parte cambios en busca de revitalizar la vanguardia amarilla que languidecia por la falta de forma evidente de Vitolo por su flanco izquierdo. El elegido fue el francés Remy, potencia y pegada para la banda. Y desde sus primeras acciones levantó al público con un par de carreras donde puso a lucir todas sus cualidades. En una de ellas logró generar una falta muy peligrosa en la frontal que Viera no supo aprovechar en lanzamiento.
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En el último cuarto de hora del encuentro el ritmo volvió a desfallecer... un Athletic que con su tridente de lujo ya sobre el campo (Aduriz y Muniain fueron suplentes) buscaba a la contra infligir terror en una defensa amarilla que no se achicó y plantó cara con solvencia. La UD buscaba en transiciones rápidas buscar que el talento rompiera el marcador con Viera comandando los ataques con Remy y Calleri asociándose. ¿Y Oussama Tannane? Pues desaparecido en toda la segunda parte hasta que en los últimos minutos ejecutó un disparo desde la frontal a la cepa del poste tras una contra elaborada por Remy.
Pero lo mejor estaba por llegar, Remy, el auténtico agitador del encuentro en la segunda parte, anotó un gol antológico que provocó que se viniera abajo el coliseo amarillo. El siete amarillo recibió un balón fuera del área cerca del vértice derecho del área visitante y una acción individual se deshizo de sus marcadores para con un tiro cruzado vencer a Kepa y desatar la locura. Un gol celebrado por el francés abrazado a los fieles de la curva y sus compañeros. La comunión equipo-afición en una sola imagen.
La UD Las Palmas ha logrado su segunda victoria en esta temporada en un partido que ha requerido que se esforzara durante los 90 minutos y en todas las parcelas del campo. Ha dado vuelta a una situación que parecía abocada al desastre tras las dos primeras jornadas con dos partidos serios donde se ha demostrado una mejoría notable con una defensa sólida, una centro del campo que genera juego con fluidez y un ataque con variantes que marca diferencias.
Foto portada: ©CAnariasenHora y ©CarlosDíazRecio