El conjunto amarillo empata en San Sebastián y pasa a la siguiente ronda. Con una alineación plagada de suplentes, realiza un buen partido donde su fútbol control a través de la pelota da una lección a los que desmerecen tal recurso en equipos modestos.
El axioma de Quique Setién de ordenarse alrededor de la pelota y generar la identidad propia a partir de ella es innegociable. Da igual que sean los titulares, los suplentes o un imberbe canterano que suba desde el filial de tercera. Todos cumplen a rajatabla con la máxima, aunque en ocasiones el cuerpo pida otra cosa porque, hasta en los más rápidos contragolpes, la pelota acaricia el césped y no vuela sobre las cabezas.
Dani Castellano entró en la segunda parte en el lateral para refrescar la defensa. Foto:©DiarioVasco |
El partido comenzó como se esperaba, una Real Sociedad necesitada de revertir el marcador de la eliminatoria comenzó llevando la iniciativa y puso en apuros en varias ocasiones a la Unión Deportiva. La zaga amarilla estuvo a gran nivel con la vuelta de Aythami Artiles al eje con Hernán de para y en los laterales un resolutivo Garrido y un más calmado Nili. Tercer partido para el joven canterano que, más calmado, disfrutó más del encuentro e, incluso, se atrevió en contadas ocasiones a sumarse al ataque. A destacar la actuación de Raúl Lizoaín durante todo el encuentro, realizó varias paradas de méritos y estuvo atento para realizar intervenciones fuera del área cuando su defensa fue vencida a la espalda.
Poco a poco la UD fue nivelando la contienda, con posesiones largas, construyendo jugadas elaboradas mal entendidas en Donosti como pérdidas de tiempo. El equipo amarillo con Valerón como eje del ataque, disfrutó generando y creando ocasiones. Lamentablemente a este equipo le falta pegada, necesita de muchas ocasiones para anotar goles. Tras varios intentos, algunos de ellos con fallos imperdonables como la de Nauzet Alemán sólo ante el arquero, Willian José volvió a cantar gol. El brasileño marcó un tanto de cabeza con un titánico remate de cabeza con toda la musculatura de su cuello y los pies al suelo (1-0). El balón, imparable, dio en el larguero para acabar dentro produciendo un sonido delicioso al entrar en contacto con la red. El gol que aportaba tranquilidad a los amarillos y desesperaba a los locales, fue la culminación de los méritos amarillos que habían disfrutado de varias ocasiones claras en las botas de Nauzet y Willian que Oier había despejado.
Willian José marcó su 2º tanto y se le vio más entonado. Mejora el brasileño. Foto:©DiarioVasco |
Y así se llegaría al descanso. Tras éste, no tuvo tiempo de reacción la Unión Deportiva, cuando en la primera jugada de la segunda parte, Culio volvió a perder un balón en zona de peligro (su tónica toda la noche) para que lo recogiera Sergio Canales y pegara un tremendo zapatazo desde la frontal que, imparable, se coló en el vértice superior izquierdo del arco de Raúl Lizoaín. Anoeta estallaba de júbilo soñando con la remontada, pero ese gol, fue por así decirlo, un estado de efervescencia que gradualmente fue desapareciendo. Por espacio de unos quince minutos la Real encimó, encerró e hizo trabajar en demasía a la defensa amarilla. Con Jonathas como principal argumento ofensivo, y con los refuerzos en los cambios de Carlos Vela y Chori Castro, Eusebio Sacristán puso casi todo para darle la vuelta al marcador.
El partido se jugó a un ritmo alto e intenso. Foto:©DiarioVasco |
Si no lo consiguió fue por, en momentos puntuales, mala suerte o ineficacia de sus atacantes, pero sobretodo, por el buen rendimiento del entramado defensivo de Setién con un sobresaliente Raúl Lizoaín a puerta. Y por el buen hacer de Vicente Gómez como pivote defensivo que con Valerón en la media punta, marcaban ambos el tempo del encuentro. Con Nauzet y el Zhar en bandas, la UD estuvo todo el partido percutiendo por las alas. Entraron en la segunda parte Momo y Asdrúbal que,en los pocos minutos que tuvo, le dio tiempo a forzar la expulsión de Oier tras derribarle éste fuera del área.
La UD pasó de ronda de manera pulcra y dejando un buen sabor de boca en ambos partidos. Lo importante realmente se juega el próximo sábado en Sarriá, pero un dulce nunca es amargo. Y desde el entorno de la UD se espera un auténtico caramelo para el próximo sorteo Copero.