27 de diciembre de 2015

HERRERA vs SETIEN, ES HORA DE COMPARAR


Mucho se escribió aquel 19 de octubre sobre la fulminante destitución de Paco Herrera tras la goleada recibida en el Coliseum frente al Getafe. Una oleada de incomprensión sacudió a la afición amarilla, que veía como el que escasos meses antes era considerado un héroe catapultado al olimpo tras su famoso "Nos vemos en la guagua" de repente era víctima de un despido tramado desde una dirección deportiva que lejos de aceptar e intentar corregir sus propios errores de planificación deportiva utilizaba al catalán como cabeza de turco para encaminar una situación que, cuanto menos, gozaba de bastante tiempo para ser reconducida.


Pero en el fútbol el presente acucia y no deja tiempo para el recuerdo ni para las lamentaciones. Es por ello que pronto aterrizó en Gran Canaria el hombre que se consideró más adecuado en ese momento para coger los mandos de la nave amarilla. Este no era otro que Quique Setién, que con un nulo currículo en primera división pero con una apuesta decidida por el fútbol vistoso se erigía como el salvador de una Unión Deportiva que caminaba sin rumbo en su regreso a la máxima categoría del fútbol español.



Ahora que ambos entrenadores han disputado el mismo número de partidos es hora de hacer balance y comparar los datos logrados por la Unión Deportiva Herrerista con los obtenidos por la Setienista. La percepción general del aficionado amarillo es que con el catalán el equipo era más sólido y que el sistema de cinco defensas, a pesar de restar presencia ofensiva, garantizaba un menor número de ocasiones recibidas. Sin embargo, tras examinar minuciosamente las estadísticas, veremos como se trata de una percepción errónea.



Puesto y puntos. Estas dos son quizás las variables más importantes a estudiar toda vez que son las que otorgan el objetivo final, que no es otro que la permanencia. Tras la debacle de Getafe, la Unión Deportiva bajó hasta la penúltima posición, casualmente la misma que ocupa en la actualidad, por lo que en este aspecto se puede decir que el cambio de entrenador no ha surgido el estímulo deseado. Sin embargo, en ambos casos el equipo se encontraba a un solo punto de la salvación. 

A nivel de puntos, Setién ha logrado ocho por cinco de Herrera, por lo que vemos que el cántabro ha logrado un 60% más de puntos que los logrados por el catalán, cuestión esta que elevada a final de temporada podría suponer hasta nueve puntos más en el casillero de los amarillos, cantidad esta que no garantizaría la permanencia, pero si la acercaría. A estos datos se podría sumar la clasificación para octavos de final en Copa del Rey frente a todo un histórico como la Real Sociedad, pero esta comparación se ciñe exclusivamente al torneo doméstico. 


Goles logrados y encajados. Si hay un aspecto que se le puede reprochar a ambos entrenadores ese es la escasa eficacia goleadora. Ambos lograron una cantidad de seis goles a favor, lo que supone una media inferior al gol por partido. Estos pésimos guarismos, sólo superados por el Málaga, son uno de los principales culpables de la situación actual del equipo y es que la permanencia pasa por que los delanteros amarillos - los que están y los que puedan venir - afinen su puntería y mejoren este dato antes de que acabe la temporada. 

Respecto a los goles recibidos, a pesar de la defensa de cinco utilizada por Herrera, su equipo encajó trece goles en ocho partidos, por diez recibidos en la "Era Setién". No es menos cierto que siete de esos goles se encajaron en sólo dos partidos, Celta y Getafe, ni que existen muchos equipos con peores datos en este aspecto, pero los pocos tantos anotados por el equipo hacen que cada gol encajado tenga un impacto muy negativo en cada partido disputado, sobre todo cuando se reciben en los primeros veinte minutos de partido, como ha ocurrido con demasiada frecuencia en los encuentros de la U. D.



Remates a puerta. Es en esta variable donde se observa una mayor diferencia entre ambos técnicos. Mientras que el equipo de Setién ha rematado hasta 41 veces a puerta, el de Herrera sólo lo ha hecho 26. Este dato tiene una doble lectura, ya que también se puede ver desde otra óptica: A Setién le hacen falta casi siete disparos entre los tres palos para anotar un gol, mientras que a Herrera le bastaba con poco más de cuatro para batir al portero rival. Sin embargo, a todo aficionado le gusta ver como su equipo crea más peligro por lo que en este aspecto damos como claro vencedor al cántabro.
En lo que atañe a remates recibidos, es curioso ver como después de ocho partidos los amarillos recibieron exactamente los mismos disparos a puerta - 43 - en cada periodo. Este dato choca de frente con la percepción de fragilidad defensiva que ha transmitido el equipo de Setién, pero es que a pesar de jugar con la defensa tan adelantada y corriendo tantos riesgos como hace, finalmente recibe los mismos disparos que los que recibió Herrera sumando un efectivo más a la línea defensiva. 

Posesión. En este aspecto vuelve a vencer claramente Setién. Y es que esta es precisamente una de las principales premisas del actual sistema de juego de los amarillos. Mientras Herrera basaba más su esquema en el repliegue y en las salidas a la contra con pocos efectivos en zona de vanguardia, el "ajedrecista" basa su juego en la posesión del balón y en la salida aseada de este desde el mismo Javi Varas, por lo que no es de extrañar que acumule una posesión media del 58%, (por un 48% de Herrera). De hecho, sólo el Real Madrid y la Real Sociedad le han vencido en este dato, que choca de frente con la posición actual del equipo en la tabla clasificatoria, ya que los equipos de la zona baja, a excepción del Rayo Vallecano, no suelen optar por tener el control del esférico, sino más bien por lo contrario. 

A modo de conclusión se puede deducir del estudio realizado que, si bien la situación en la tabla es la misma, sí que se percibe una notable mejoría con Setién, que recibiendo las misma ocasiones de gol que Herrera ha encajado menos tantos y ha logrado más puntos intentando, además, ofrecer en todo momento un fútbol de agradable visión para el aficionado. Si a este dato le sumamos que las lesiones, sobre todo en defensa, se han cebado en mayor medida con el cántabro, obtenemos que el cambio de entrenador, sin entrar a valorar la idoneidad del despido de Herrera, ha sido favorable para la Unión Deportiva, aunque no lo necesario aún para lograr el objetivo. 






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