26 de noviembre de 2017

CRÓNICA || UN PUNTO DE ALIVIO



Todos los partidos de Las Palmas siempre parecen el mismo partido. La misma piedra contra la que chocar. El mismo sentimiento de impotencia aunque los nombres cambien y los rivales roten, ansiosos, hacia los tres puntos. El equipo engancha minutos interesantes y casi siempre empieza bien, con un cierto orden que, con el paso de los minutos, va diluyéndose. 

Los errores van cayendo en cascada y, a veces por acierto y otras por defecto del rival, los goles caen antes o después. Casi siempre después del descanso y no se ve un atisbo de mejora en un equipo sin método y al que el entrenador no ha conseguido conjuntar; la UD, en ataque es un cúmulo de buenos jugadores que si consiguen mezclarse pueden generar peligro, pero que llegan a cuentagotas como una nota anárquica y hermosa, como un arrebato genial y no una sinfonía ensayada, lo que debería ser, lo que casi todos los equipos son, sea cual sea su manera de buscar los puntos. 

Así, cuando todo pintaba a gol de la Real, tras un arranque fulgurante de los vascos que presionaban la salida de balón de una UD timorata, inocente y que había salido con un centro del campo comandado por Aquilani y Javi castellano, en un guiño de Ayestarán a que resistir es sufrir, o vaya usted a saber qué frase de autoayuda. Pues ahí, en un destello de Remy, recibiendo escorado y disparando duro y seco y que Rulli detuvo con la cara fue aprovechado por Tana, hoy falso 9, e hizo, aprovechando el rechace, el 0-1 en el 16'.

Lejos de sentarle bien, el gol mantuvo la línea inocentona de una UD que trató de aguantar el aluvión erreala. En el 21' William José llegando en carrera tras pase al espacio de Januzaj anotó fusilando a Raúl.


En la segunda parte, de inicio, pasó lo de siempre. Lo que lleva siete partidos sucediendo. La Real avisó tres veces con la sociedad William José y Januzaj. Toda Anoeta esperaba el gol y este llegó en un centro que Lemos tocó y el rechace llegó al ex del United, Januzaj, que cruzó el balón ante Raúl. 

En el 67', un pase al espacio para Tana de Bigas lo tocó Rulli de cabeza fuera del área llegando el balón a Viera que, tras controlar y superar a los defensas por alto, anotó el empate para la UD. Otro destello individual volvía a salvar la cara del equipo. 


Tras el gol de Jonathan, Ayestarán metió a Calleri, hoy suplente, y quitó a Aquilani, totalmente desaparecido. En su lugar colocó a Jonathan Viera de mediocentro, algo completamente incomprensible porque evidentemente el encargado de abastecer al argentino debe ser el de La Feria.
Y pese a eso, pese a todo, la ilógica del fútbol estuvo ahí y las mejores ocasiones del final del partido fueron de Remy con un tiro al palo en el 87' tras jugadón profundo y pared con Calleri y otra tras rematar a bocajarro una gran jugada de Tana y Vitolo en la que Rulli estuvo magnífico.   

Al final, con un punto que parecía una quimera al inicio del partido, la UD vuelve a casa con cierto alivio anímico, pero con la dudas que sigue arrastrando un técnico al que dos genialidades salvaron tras otro partido en el que estuvo lento en la toma de decisiones. Quizás el arrebato final debería hacer reflexionar al míster de que la UD no es un equipo para defender sino para atacar, para ofrecer en ataque, su auténtico punto fuerte y no para encerrarse y esperar, aunque hoy haya salido bien.





No olvides suscribirte, para recibir todos nuestros análisis, noticias y opiniones, directamente en tu email.

Ingresa tu correo electrónico:

Recuerda confirmar tu suscripción, haciendo click en el enlace que recibirás por email.