La primera piedra de toque importante fuera de casa para la UD trajo consigo que Jiménez cambiara el dibujo y el equipo saliera con cinco defensas, así, Raúl en la portería, Álvaro Lemos, David García, Mantovani, Cala y Dani Castellano; con Javi, Maikel Mesa debutando y Ruiz De Galarreta en el centro del campo y arriba Rafa Mir junto a Rubén Castro.
La primera acción ofensiva de la UD llegó en el 4' tras un robo en un centro del campo adelantado de los amarillos que llegó a Maikel Mesa y este, sutil, con clase filtró a Rubén Castro dejándolo solo ante Cristian Álvarez, portero del Real Zaragoza, pero se pitó fuera de juego, pese a que el isletero estaba habilitado.
En el 7' una jugada individual de Pombo fue cortada por Mantovani lanzándose al suelo. La UD, bien colocada en el campo, presionaba la salida de balón maña y conseguía robar balones con ciertas facilidad, pero luego no conseguía hilvanar fuego real. El partido, no obstante, estaba macerándose, aunque la intención estaba clara, la Unión Deportiva agazapada, presionante y el Zaragoza con el balón tratando de llevar la iniciativa, pero sin conseguirlo con nitidez.
En el 19', un error en la defensa amarilla, un despiste en un saque de banda generó una ocasión de peligro para el Real Zaragoza que David García (Cuando el dinosaurio de Monterroso despertó, David García ya estaba allí para verlo) despejó, seguro, fiable, concentrado.
El Zaragoza, adaptado a la presión amarilla, cada vez más débil, seguía cercando la portería de Raúl y en el 24' el Zaragoza tuvo una doble ocasión para hacer el primero, pero el cancerbero estuvo atinado, pleno de reflejos para despejar, especialmente, el segundo remate, de Álvaro Vázquez.
Fue en el 26' cuando llegó el primer disparo amarillo, un chut de Maikel Mesa que hizo un extraño en el aire y estuvo cerca de sorprender a Cristian Álvarez.
Pero, en el 27', una jugada de Pombo yéndose a la izquierda y generando a la espalda de Lemos, tercera vez que lo intentaba, provocó un roto en ese sector que concluyó con un disparo al palo y en el posterior rechace Álvaro Vázquez anotó el primero de la tarde a puerta vacía.
El gol venía a certificar que la propuesta amarilla estaba haciendo aguas, el ataque desasistido por completo y la defensa sin estar precisa ni conjuntada del todo. En la primera parte, la UD no estuvo. La presión inicial que decíamos desapareció y La Romareda se convirtió en una calle cuesta abajo con Raúl Fernández de bombero apagando fuegos. No puede ser que una defensa con cinco miembros se resquebraje con un pase horizontal, siempre el mismo lado, el defendido por Lemos, el atacado por Pombo.
La mejor opción de la UD llegó en en el 42' en un disparo de Mir que salió mordido tras un buen pase medido de Ruiz de Galarreta. El equipo se estiraba levemente, pero aún así la imagen ofensiva resultó escasa para un equipo que cuenta con muchas alternativas en ataque. Y hay que decirlo: el primer acto del primer test serio estaba siendo una decepción.
La reanudación trajo consigo el cambio de David García, que quedó en la caseta por Tana y el equipo volvió al esquema habitual. Dos córners consecutivos rematados por Cala provocaron las dos mejores ocasiones de la UD del partido. La esperanza, con toda la segunda parte por disputarse, se abría. Un disparo de Tana que salió desviado servía de ejemplo de que la UD había salido con otra idea, generando más en cinco minutos que en cuarenta y cinco.
Idiakez sacó a Vázquez y metió a Buff para dar más consistencia a los maños tratando de contrarrestar la buena salida amarilla en el segundo acto, pero el signo del partido estaba cambiando.
Una falta sobre Lemos que ejecutó Tana y que remató Rafa Mir fue el empate amarillo que llegó en el 65'. La tercera jugada consecutiva en la que la UD generaba peligro a balón parado acababa con premio.
Pekhart entró por Rafa Mir en el 68' e Idiakez sacó a Marc Gual por Alberto Soro.
En el 77' salió Maikel Mesa, tocado, y entró Christian Rivera. Un remate de Pekhart encontró la respuesta de Cristian Álvarez y pudo ser el segundo de la Unión Deportiva tras un centro fantástico de Ruiz De Galarreta.
La primera que tuvo Rubén en el partido llegó en las postrimerías, en el 84', donde remató un pase al espacio de y a punto estuvo de dejar su sello en el partido. No aparece en el partido, lo decimos siempre, pero siempre hay que contar con él y su pillería.
Una falta favorable al Zaragoza despejada por la defensa de la UD llegó a Rubén quien combinó con un Javi Castellano incorporado al ataque, pero la jugada acabó en un fuera de juego justísimo que dinamitó la opción del segundo.
Mejoró el equipo en la segunda parte, sin duda, por insistencia, por capacidad, porque la UD debe ser protagonista y no estar a merced del rival y lo hizo casi más por las
individualidades que por un juego coral, el hombre de más en el centro del
campo en detrimento de la defensa (y más si este hombre es este
Tanausú Domínguez, fantástico partido) debe ser rutina y es
lógico el vaivén del equipo entre ambas mitades
porque recordemos, estamos ante un equipo en construcción, un grupo de
buenos mimbres que deben encajar. Y así, hasta que todo encaje buenos
son los puntos porque los engranajes y las pequeñas conexiones sólo
aparecen tras muchas repeticiones, tras muchos partidos mezclándose y esto es sólo el inicio.
foto: La Liga
