25 de enero de 2017

SERGIO ARAUJO, EL HÉROE PERDIDO


Y se fue. La que parecía ser una marcha anunciada desde hace tiempo, no se ha cristalizado hasta hoy. Y a muchos, entre los que me incluyo, parece que llega tarde, a destiempo. En medio del mercado invernal, para dejar hueco a otro jugador cedido marcha Sergio Araujo, la que fue en su momento la mayor apuesta económica de la UD Las Palmas en los últimos 15 años.

La  historia del atacante y la Unión Deportiva deberá ser recordada en un futuro por su primera y excelente temporada (aún con sus sombras, que las hubo). Ahora la imagen del argentino está artefactada, llena de elementos extraños y recientes, que afean una relación que prometía perdurar pero que se convirtió en un amor ciego, primero, para luego ser una mera, fría y molesta relación contractual. Triste epílogo ,de momento, para el héroe del ascenso, el encargado de alojar en las redes la pelotita que catapultó a Las Palmas a primera división, como al jugador al Olimpo de los aficionados amarillos.

El relato contará que ambos, jugador y club, se encontraron en el callejón del desengaño, que se reconocieron como iguales y juntos estrecharon la mano en busca de la oportunidad redentora. Las Palmas post 22J, o Cordobazo, llame como quiera aquella infausta tarde, era un club hecho trizas por la incompetencia de algunos y la sinrazón de unos pocos. Un club que buscaba una nueva oportunidad partiendo desde la mayor de las ignominias, una entidad que debía limpiar una mancha primero para luego volver a ponerse en pie, con la frente alta y volver a aspirar a la gloria.

El jugador, promesa de la prolija cantera xeneize, había bebido la gloria que otorga La Doce a los pibes de las inferiores. Con poco, un par de goles, unas gambetas y amor eterno por la banda oro, llamó la atención de grandes clubes. Tocó en la puerta de la (otra) casa amarilla todo un FC Barcelona que pagó una millonada por una cesión por un año de un proyecto de estrella. Una apuesta arriesgada por un pibe que aún no había demostrado casi nada y que además cambiaría en poco tiempo su Neuquén natal, por la ciudad Condal, tras una breve estancia en Buenos Aires.

Su primera estancia en Europa supo a fracaso, tras un comienzo prometedor poco a poco se fue cayendo de las alineaciones titulares, luego de la banca, y más tarde incluso de la grada. Se habló de problemas extra-deportivos (una situación que se haría constante en su carrera) que frenaron su proyección. Llegó el verano de 2013 y el Barça no ejerció su opción de compra, el jugador regresó a Argentina con vitola de fracaso. En su mente estaría volver a triunfar como xeneize pero se encontró las puertas cerradas de la Bombonera. Le ofrecieron una humilde salida en préstamo a Tigre, club de la primera que a duras penas mantenía la categoría. Allí no cumplió las expectativas, un puñado de partidos, pocos goles y un callejón sin salida donde extravió la confianza en sí mismo para encontrarse con la Unión Deportiva.

El resto de la historia es conocida y sabe a gloria: 25 goles, un ascenso, una compra a Boca del 80% de su pase, el tirar abajo por parte del club de sustanciosas ofertas (¡Ay Palermo!), etc. Pero eso fue la primera temporada, la de los focos, los faustos y la gloria. A partir de ahí, el jugador no ha dado sino tumbos, no ha sabido adaptarse a la exigencia máxima en todos los niveles (competitiva, física, mental y profesional) que reclama la primera división, se luz se fue apagando y dejaron de iluminarle los focos para sólo señalarle los dedos acusadores.

En los últimos 18 meses su apatía, desánimo, las suplencias, algunas inoportunas lesiones, declaraciones injustificadas de su entorno y algunos incidentes extra-deportivos han hablado más que sus goles. Y con todo, en alguna contada ocasión, en medio de tanta penumbra, irrumpía un fulgor dorado, una luz brillante y cegadora que nos hacía volver a creer en lo que podía haber llegado a ser, pero no.

La UD Las Palmas no ha dejado de crecer, con sus errores, tras el 22J. Es una entidad completamente saneada, ejemplar en muchos aspectos, que se ha ultra-profesionalizado. El jugador, a Enero de 2017, vuelve a estar en el mismo callejón donde se encontró con el equipo amarillo, pero este lo abandonó con la certera convicción de no volver a entrar en él. Araujo no ha dejado de repetir los mismos errores que lo llevaron a él.

Ahora tiene una nueva oportunidad deportiva y personal en Grecia, al menos por los próximos 6 meses con opción a un año más, que sea la oportunidad para el Sergio Ezequiel persona, el Araujo jugador regresará si el primero vuelve antes.

Los números de Sergio Araujo en la UD Las Palmas. ©GradaCurva.com




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