10 de enero de 2016

LA CRÓNICA || EMPATE SIN BRILLO QUE ALEJA A LA UD DEL DESCENSO


Buen punto el cosechado esta tarde por los amarillos a la vista de los resultados, pues sirve para que los locales se distancien un poco más de la zona de descenso. Ambos conjuntos se contagiaron del oscuro tiempo que hubo en Siete Palmas, disputando un encuentro sombrío y áspero en el que ninguno de los dos equipos se mereció de una forma clara la victoria.

El primer partido del año en el Gran Canaria comenzó con una UD que no terminaba de despertarse de la siesta, perdiendo casi todos los balones divididos y con un rival que parecía tener más hambre durante los primeros instantes. La primera ocasión clara de los malacitanos llegó a los diez minutos de partido, cuando Simón derribó a un  omnipresente Cop en la frontal, en una jugada en que la defensa amarilla volvía a escenificar sus fehacientes lagunas. El lateral gran canario recibió una merecida amarilla por esa acción, por lo que no podrá jugar contra el Atlético de Madrid al tener que cumplir ciclo ante los colchoneros. Por suerte Varas atajó el lanzamiento de Recio que iba directo a la escuadra izquierda de su portería. El rechace cayó en las piernas de Cop, el cual envió afortunadamente el balón a las nubes.

A pesar de que el envite proseguía por la misma senda, apunto estuvieron los amarillos de adelantarse en una jugada aislada en la que Viera la puso por encima de la defensa, dejando solo a Sergio Araujo, que no llegó a disparar a bocajarro. Llegados al ecuador de la primera parte, el Málaga empezó a acusar el fuerte esfuerzo que había derrochado desde el comienzo, llegando al área amarillo con menor asiduidad y cediendo metros que parecían ir paulatinamente ganando los de Setién con tanta tímidez como dudas. Sin embargo, no llegaban a romper las líneas rivales debido a la impecable colocación de la defensa blanquiazul y a la poca inspiración de los locales, que sólo aportaban destellos de frescura con pequeñas pinceladas de Jonathan Viera que no terminaban de poner color a un día gris en el cielo y en el verde. El de la Feria intentaba meterse por el centro siempre que podía para intentar descongestionar la circulación de balón sin mucho éxito.


El encuentro llegó a un soporífero punto muerto que seguro hizo que más de un aficionado se dislocara el cuello para no quedarse dormido. Con este somnífero panorama se llegó al descanso, siendo sendas amarillas para Roque y Camacho lo más relevante que sucedió durante los últimos cinco minutos del primer tiempo. La segunda mitad de la contienda comenzó con un disparo lejano de Tana que se marchó por la derecha de la portería defendida por Kameni, oportunidad que a la postre resultaría premonitoria. No tardarían los andaluces en hacer la réplica  en un remate de cabeza de Roque Santa Cruz tras centro por banda izquierda del Chory Castro, el primero de los blanquiazules comenzaba a apagarse tras un buen primer tiempo. La siguiente le correspondía a los locales, que esta vez no desaprovecharon la ocasión y Tana adelantó a los suyos en el marcador gracias a un espléndido tiro cruzado por bajo de fuera del área que hizo bueno un sutil pase atrás de Sergio Araujo. 

Sin hacer mucho ruido la Unión Deportiva conseguía el primero mientras se hacía de noche en el Gran Canaria y Dani Castellano recibía amarilla por juego peligroso en el área rival al intentar rematar de chilena un balón suelto. Con el marcador en contra, los malacitanos empezaron a ponerse nerviosos y embarrar el partido con el beneplácito del árbitro, momento que aprovechó el cántabro para dar entrada al héroe de Ipurúa -Wakaso- por el amonestado Sergio Araujo. Cuando parecía que los de Setién iban a afrontar la recta final del partido con el marcador a favor, Welington puso un magnífico pase en largo por encima de la defensa amarilla que fue interceptado por Santa Cruz para hacer el empate tras asociarse inteligentemente con Cop. El último tramo se consumió con dos rivales que no arrojaron la toalla, pero que intentaban llevarse la victoria con más ganas que pericia, sin llegar a culminar jugadas que entrañaran gran peligro. Wakaso fue de los locales el que más lo intentó durante unos compases finales en los que también habían entrado al campo William José y Valerón. Finalmente ningún equipo se fue con la victoria en un partido que no se recordará por su vistosidad, pero que sirve para que la UD se aleje un poco más del descenso que marca el Sporting a tres puntos de los amarillos.




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